The
adventure of Blaze and friends
Un
nuevo integrante.
-¡Vamos
Knuckles! ¡Que muerda el polvo!-gritaba enérgico Sonic.
-¡Ánimo
Rouge! ¡Tú puedes!-se unió Marine.
-¡Demuéstrale
quién manda!-agregó Amy.
La
típica escena de cada día se volvía a repetir: Knuckles y Rouge se
peleaban. Y esta vez, al parecer, por un comentario machista por
parte del equidna.
-¡Admite
que en esta casa los hombres somos mejores que las mujeres!
-¡Admite
tú que estás muy equivocado!
-¡Admítelo
Knuckles!-vociferaba Marine.
-¿Por
qué les estamos animando a pelear?-se preguntó Silver, un poco
confuso.
-Porque
son unos orgullosos, yo no estoy diciendo nada-contestó Tails,
leyendo un libro tranquilamente.
-Son
unos paletos, eso es lo que son-comentó Blaze.
-Y
tanto...
-Está
claro que en esta casa las mujeres somos más fuertes que vosotros.
No hay nada que discutir-dijo frunciendo el ceño.
-...
Me abstendré de hacer comentarios-pensó Silver. No tenía sentido
discutir ese tema con gente tan cerrada de mente.
-Pero
no os peguéis... Deberíamos llevarnos todos bien-dijo entristecida
Cream, la única que pensaba igual que Silver.
-¡De
eso nada! ¡Ese topo ha dicho que soy una debilucha!
-¡EQUIDNA!
-¡Lo
que sea!
Aprovechando
ese pequeño momento de distracción, Rouge le asestó una patada en
la cabeza a Knuckles, tumbándolo en el suelo.
-¡E-Eso
es juego sucio!
-Aquí
nadie ha puesto reglas-rió Rouge pícara.
Y
justo como hizo la murciélaga hace escasos segundos, Knuckles se
levantó e intentó atacarla. Sin embargo, una sombra bajó del cielo
rápidamente; agarró sus púas con fuerza y lo lanzó contra el
suelo.
-¡Knuckles!-gritó
Rouge sorprendida.
-A-Ah...
¿Qué ha sido eso?-dijo acariciándose la cabeza.
-Honestamente,
pienso que ni hombres ni mujeres tienen por qué ser mejor uno que el
otro... Pero en este caso, he de decir que los murciélagos siempre
superaremos a los topos-rió burlón el desconocido, un murciélago
alto y blanco.
-¡¿Y
tú quién se supone que eres?!-gritó histérico.
-...
Supuse que no me reconocerías-dijo encogiéndose de hombros, con una
pequeña sonrisa en la cara.
-Hey,
¿quién eres tú? ¿Cómo te atreves a atacar a Knuckles?
-Vaya,
¿y ahora lo defiendes? ¿En serio?-dijo Tails incrédulo.
-¿Has
dicho algo?-lo miró molesta.
-Nada,
no he dicho nada-desvió la mirada.
El
joven viajero, cerrando sus alas y con una sonrisa burlona, se
dirigió hacia Rouge.
-Cuánto
tiempo.
-¡Narcissus!
-¡¿NARCISSUS?!-gritaron
todos desconcertados a excepción de Honey y Marine.
-¿Quién
es Narcissus?-preguntó la mapache a la multitud. Aunque fue en vano,
pues nadie le respondió.
-¿Y
ese cambio...? No pareces tú...-dijo la joven murciélaga, que no le
quitaba la vista de encima.
-Bueno...
La gente cambia, y no sólo psicológicamente-rió divertido y se
dirigió hacia el equidna, que seguía en el suelo sin dar crédito-.
Hola Knuckles, ¿te alegras de verme?
-No
exactamente...-bufó molesto.
-Menuda
bienvenida...
-Vale...
¿Qué demonios haces tú aquí? ¿Por qué has vuelto?-preguntó
Blaze irritada, pues su última visita no le agradó demasiado.
-Pues
ver a mi hermana y a sus queridos amigos, ¿no puedo?
-A
ser posible que sea en privado, aquí no nos agrada tu
presencia-masculló Knuckles.
-Hey,
hey... Calmáos un poco, sigue siendo mi hermano.
-Siéndolo
o no, ya sabes que no me cae nada bien-dijo Blaze entre dientes.
-Sólo
le has visto una vez en tu vida, ¿cómo es posible que te caiga tan
mal?
-Exacto,
agotó mi paciencia en cuestión de segundos...
-Tampoco
es muy difícil...-murmuró Marine.
-¿Qué
has dicho?-la miró furiosa. Parecía que sus ojos se habían
prendido en llamas.
-¡N-Nada,
nada!-rió nerviosa.
Narcissus
dejó escapar una leve risita y atrajo la mirada de todos los que
estaban presentes.
-¿Por
qué no entramos y nos presentamos de nuevo? Creo que hemos empezado
con mal pie-sonrió con amabilidad, aunque a Blaze y a Knuckles les
pareció un indicio de burla.
-...
Me parece bien. Hay gente que aún no te conoce-razonó Sonic.
-Bien,
pues vamos.
Y
dicho esto, todos entraron y se acomodaron alrededor de Narcissus.
-Vale...
¿Ahora nos puedes decir quién eres? Estamos un poco confusas con
todo este tema...
-Claro
encanto-dijo sonriente.
-¿Encanto?-pensó
Honey, un poco incómoda.
-Bien,
yo soy el hermano de Rouge.
-Mi
hermano pequeño-le interrumpió ésta.
-Ya...
Pero por un año, nada más-la miró mal.
Rouge
sonrió con cierta malicia y Narcissus procuró ignorarla.
-¿Eres
su hermano pequeño? Qué monos-sonrió inocentemente; no se dio
cuenta de que esa clase de comentarios molestaban a Narcissus.
-No
soy mono...-masculló claramente enfadado.
Se
levantó del sillón y, pasándose la mano por el flequillo, dirigió
una mirada seductora a todas las chicas de la sala, acompañada por
una sonrisa carismática.
-Soy
sexy.
Segundos
más tarde, mientras todos le dirigían una mirada indiferente que
incomodaron al murciélago, estallaron las risas de Rouge, Knuckles,
Amy y, sorprendentemente, de Blaze también.
-¿Tú?
¡¿SEXY?!- se desternillaba el equidna llevándose una mano a los
ojos.
-¡Por
el amor de Dios!- reía Blaze sujetándose la tripa.
-Hey,
que está presente...
-Si
os vais a estar riendo de mí, me voy- dijo molesto y caminando hacia
la puerta, hasta que Rouge sujetó su brazo mientras se secaba las
lágrimas.
-P-Perdona...-
intentó articular a la vez que una risita se le escapaba.
-Ya,
estoy seguro de que estás arrepentida- la miró mal.
-Vamos
Narz, no es para tanto. Perdona ¿vale? Quiero que te quedes- sonrió.
Suspiró
y esbozó media sonrisa.
-Vale,
si me lo pides así...-rió divertido.
-Eh,
que yo no te he suplicado nada- imitó su gesto.
-Bueno,
pero quieres que me quede. Es parecido.
Los
demás observaban a los hermanos hablando, y Knuckles dejó escapar
un suspiro.
-¿Otro
más? ¿Y encima el hermano de la ladrona?
-Rouge
Knuckles, se llama Rouge.
-Ni
que fuese un dato importante.
-Di
que sí, amabilidad...-rió Sonic.
-Knuckles
tiene razón... ¿otro más?-suspiró Amy.
-¿Hay
algún problema con eso?
-Bueno...
Ya somos...-Amy se pausó unos segundos mientras contaba- Con
Narcissus aumentaríamos a 10. Ya dormimos todos bastante
apretados...
-¿Y
no se puede conseguir más colchones?
-¿Más?
¡La mayoría son de Vainilla! Y también tiene que ver lo grande que
son las habitaciones... Y la casa se nos queda pequeña ¿no crees?
-Claro,
ya es bastante difícil entrar en el baño con lo que tarda
Knuckles-bromeó Tails.
-¡Oye!
¡No es mi culpa que las púas se me enreden!-se quejó enojado.
-Ya,
parad-rió un poco Sonic y volvió a dirigirse a Amy-. Bien, pues
tendremos que buscar otra casa.
-Me
da un poco de apuro dejar la casa que nos dejó Chris...
-Pero
se nos ha quedado pequeña ¿no? Entonces busquemos otra. Cuando
vuelva, no le importará.
-Supongo...
-Entonces
vamos. Tú y yo buscaremos una, ¿te parece bien?
Al
escuchar esas palabras, Amy no pudo evitar mostrar una pequeña
sonrisita. Sonic había dicho que ellos dos irían a buscar casa. Y
hacer eso se tarda mucho... Podría pasar todo el día con él.
-Me
parece bien-sonrió un poco sonrojada.
-¿Una
cita de casas?-rió un poco Knuckles.
-Bueno,
tal vez Sonic ya vaya sintiendo algo por Amy...
-Claro,
y a lo mejor se deciden a compartir cama-sonrió pícaro.
-Por
el amor de Dios Knuckles, búscate novia(?)
Y
dicho esto, volvió al garaje, donde siempre solía estar.
-¿Qué
he dicho? ._.
-Hey,
cabezón.
Knuckles
volteó la cabeza y Narcissus soltó una carcajada.
-¿Entonces
admites que lo eres?-dijo sin parar de reír.
-Chaval,
si sigues así te vas a quedar sin alas...
-¿Qué
dices que le vas a hacer a mi hermano?
-Tú
no te metas, nadie te ha dado vela en este entierro-replicó.
-¿No?
Ya que trata sobre mi hermano, creo que estoy más que invitada al
entierro-sonrió burlona.
-Pobre
equidna... ¿Te cuesta pensar?
Y
comenzó la pelea que todo el mundo estaba esperando. No por placer,
más bien porque era inevitable que iba a suceder este hecho -.-"
-Son
idénticos...-suspiró Silver.
-¿Quiénes
son idénticos?-preguntó Honey.
-Narcissus
y Rouge, claro-aclaró.
-Tienes
razón-asintió Blaze-. Me da un poco de pena la situación que va a
vivir ahora Knuckles.
-¿Y
el resto de nosotros qué? Yo ya tenía suficiente con una Rouge, no
necesito dos -.-"
-¿Dos
Rouges...?-abrió los ojos sorprendida y sacudió la cabeza- Espera
espera espera... A Narcissus no le gustará Knuckles ¿no?
-M-Marine,
cuando decía dos Rouges no me refería a que compartiesen
sentimientos...-suspiró Silver.
-¡No!
¡Me niego a que se compartan las parejas! ¡La que llegó antes fue
Rouge y se lo queda él! D:<
-¿Eres
homófoba?
-¡Por
supuesto que no! ¡Yo no pongo distinciones en el amor, pero el que
se lo encuentra se lo queda! ¡Y Santa Rita Rita! ¡Si te lo
encuentras, no te lo quitan!
-Es
"lo que se da, no se quita" ¬¬"
-Lo
que yo he dicho es un remake. Podrás encontrarlo en el disco oficial
de las frases más dichas de Marine the Raccoon. Y si pagas un bonus
especial te llevarás la canción del pirata que me inventé-dijo
orgullosa.
Entre
las risas provocadas por las tonterías de Marine, un leve gruñido
se escapó de los labios de Narcissus. Había escuchado sus
palabras... ¿Lo había emparejado con el tipo al que odiaba con toda
su alma? O al menos el que peor le caía, ya que odiar es una palabra
demasiado fuerte. Sin dudarlo dos veces, dejó a su hermana a solas
con el equidna y se acercó bastante molesto.
-¿C-Cómo
has dicho?-dijo apretando los dientes y mirando a Marine, que era
mucho más baja que él.
-¿Perdón?-lo
miró sin comprender.
-¡¿QUE
YO ESTOY ENAMORADO DE ESE IDIOTA?! ¡Mira niña, más te vale
retirarlo o llamaré a tus padres y les diré que molestas a la gente
adulta con tus tonterías!
Se
hizo un largo silencio.
-H-Hey
Narcissus... Será mejor que retires lo de niña o...
Sin
decir nada, Marine bajó la cabeza y salió corriendo.
-¡Marine,
espera!-la siguió Honey preocupada.
-Parece
que se lo ha tomado realmente mal...
-Te
equivocas.
Silver
la miró un poco sorprendido.
-No
ha sido por llamarla niña.
Le
dirigió su mirada a Narcissus, desagradada por lo que le había
dicho a su amiga y siguió a Honey. Silver se extrañó y miró a
Narcisssus.
-Críos...-suspiró-
Qué puedo decir, nunca se me han dado bien.
-Ya...
Oye, será mejor que te preocupes un poco más por conocer a la gente
que te rodea.
-¿Perdón?-enarcó
una ceja.
-Lo
que has oído-dijo Silver claramente molesto, frunciendo el ceño.
Dicho
esto, se fue al sótano.
-Menudo
borde...-se encogió de hombros el murciélago.
Alguien
tiró de su guante y éste bajó la mirada. Era Cream junto con
Cheese.
-Ah...
Hola-dijo un poco incómodo. Como ya dijo, los niños no se le daban
bien.
-Hola-sonrió
levemente, tomando entre sus brazos al chao-. Me llamo Cream.
Se
agachó para mirarla a los ojos.
-Yo
soy Narcissus, el hermano de Rouge.
-Ya
lo sé, te escuché.
-Ya
veo... ¿Y qué quieres?-sonrió un poco.
-Que
trates mejor a los que vivimos en esta casa.
Se
sorprendió por sus palabras.
-Si
eres el nuevo no deberías meterte con Knuckles, llamar borde a
Silver, hacer rabiar a Blaze o poner triste a Marine... Eso no es lo
que hace la gente buena-miró al suelo entristecida.
-Y-Ya...
Supongo que soy un poco...
-Discúlpate-le
cortó.
-¿Eh?
¿Con quién?
-Con
todos, pero sobre todo con Marine. No te ha hecho nada malo-le
aclaró.
-Ah,
ya... Bueno, me sacó un poco de mis casillas-rió un poco nervioso.
Para ser tan pequeña y adorable, Cream le estaba presionando
bastante.
-Espero
que aprendas a comportarte.
Y
dicho esto, sin vergüenza ninguna, Cream se alejó y se fue con Amy
y Cheese en brazos. Narcissus quedó sorprendido por la determinación
que tenía la conejita a la hora de hablar las cosas con alguien
mayor que ella.
-Bien...
Supongo que lo haré-suspiró.
Le
dirigió una última mirada a la conejita y suspiró nuevamente. No
le gustaba la idea de que una niña de unos 8 o 9 años tuviera
razón.
Dejando
de lado aquel pensamiento, se dirigió hacia la puerta y salió.
Abrió las alas y, tomando el impulso necesario, se puso a buscar a
las tres amigas.
-¿Adónde
han podido ir?- se preguntó observando la ciudad.
Volando
sobre ésta y mirando con atención a la gente que salía y venía de
cada calle, no pudo evitar volver a pensar en las palabras de Cream.
-Bueno,
en teoría no podrían echarme... Soy el hermano de Rouge, y dudo
mucho que ella les dejase.
Pero
después de pensarlo detenidamente, negó descontento y suspiró, Con
esos gestos se daba a entender que su suposición era errónea, ya
por algún suceso del pasado o por algo que le dijera su hermana
tiempo atrás.
-Menos
cháchara y más buscar...
Acto
seguido se llevó la mano izquierda a su flequillo y se lo peinó
resignado.
-Si
yo fuese ella, lo último que querría sería estar rodeado de
gente...
Bajó
a la azotea de un edificio y se tumbó sobre ésta, posando su vista
sobre las nubes blanquecinas del cielo azul.
-¿Dónde
estará?-pensó, y cerró los ojos.
Pasaron
unos segundos y se incorporó.
-Espera,
aquí había un bosque...
Volvió
a abrir sus alas y emprendió el vuelo.
-Probablemente
estén allí.
Cerca
ya del bosque, vio las figuras de las dos gatas alejándose de él.
Al no ver a la mapache no pudo evitar no acercarse, y se escondió
para escuchar la conversación de ambas.
-No
me parece bien que se quede sola...-murmuró cabizbaja Honey,
claramente preocupada.
-Necesita
meditar, eso es todo. Ya verás como vuelve con una sonrisa en la
cara.
-Eso
espero-suspiró. Porque si no es así, Narcissus se tendrá que
enfrentar a mí.
-¿Perdón?-pensó
el esbozando su característica sonrisa burlona.
-No
lo dudes, yo tampoco le dejaré escapar-frunció el ceño mostrando
una llama en cada mano.
Tragó
saliva al ver a Blaze, pues no recordaba sus poderes pirotécnicos.
-Morderá
el polvo-gruñó dejando escapar pequeños rayos de sus manos.
El
murciélago se asustó más y se alejó de allí rápidamente.
-Están
locas...-murmuró asustado.
Dirigió
su mirada al bosque y se adentró en él.
Pasaron
los minutos y Narcissus seguía caminando un poco perdido, mirando
con atención dónde podría estar la pequeña.
-Madre
mía... ¿Quién me mandará a mí a hablarle así a una
cría?-resopló arrepentido.
Una
rama seca se rompió y Narcissus se giró al instante. No había
nadie, y le extrañó bastante.
-¿Hola?
No
contestaron, sin embargo se sentía observado.
-Esto
es muy raro...
Se
encogió de hombros incómodo y prosiguió con su camino. Aunque
seguía notando la mirada de alguien clavada en su nuca. Sin embargo,
no parecía haber nada más aparte de vegetación.
Volteó
la cabeza al escuchar cómo alguien se metía en el agua. Siguiendo
ese sonido dio con Marine, quien había metido los pies en un lago.
-Así
que aquí estabas...-dijo levemente, acercándose con cuidado y
sentándose a su lado.
Marine
ni siquiera le miró.
-Me
ha costado mucho encontrarte-la miró molesto.
Una
vez más, fue ignorado.
Se
quedó con la vista sobre ella y suspiró. Se llevó la mano a la
cabeza y miró al suelo, tal vez arrepentido por su actitud.
-Hey,
perdona... No quería sonar así de... Rudo ¿vale? Es sólo que me
molestó un poco lo que dijiste.
Hubo
un silencio incómodo.
-Y...
Bueno, supongo que me pasé con todo lo que te dije...
-Caíste.
La
miró extrañado y lo último que pudo distinguir de Marine fue una
sonrisa burlona, pues en tan sólo un instante cayó al agua.
-¡¿Q-Qué
haces?!-gritó al salir a la superficie.
-¡Has
caído en mi trampa, rufián!-rió a carcajadas.
La
miró sin comprender.
-Si
te ríes de la capitana Marine, te ganas una jugarreta-sonrió
burlona.
-Serás...-dijo
entre dientes, mostrando un claro enfado.
Volvió
a reír y lo ayudó a salir de allí.
-Estás
empapado.
-No
me digas ¬¬"
-Alegra
esa cara, te has refrescado-sonrió.
-Ya...-suspiró.
Se
sacudió y la miró.
-¿No
estabas enfadada?
-Qué
va. Se me pasó hace bastante.
-¿Ah,
sí? Parecías muy afectada por lo que te dije...
-Y
lo estaba. Pero te has molestado en disculparte... Y aprendí a
perdonar hace tiempo-dijo mostrando una pequeña sonrisa y mirando al
cielo.
Narcissus
la miró un poco sorprendido pero después sonrió.
-Eres
una niña muy maja.
-Gra...
Eh, no soy una niña >_>
-Bueno...
¿Una chica mayor?-se rascó la mejilla un poco nervioso, no quería
entristecerla de nuevo.
-Chaval,
tengo die...
No
pudo terminar la frase ya que unas fuertes pisadas se acercaban hacia
ellos. El suelo comenzó a temblar y Marine se levantó inquieta.
Narcissus la imitó y miró a su alrededor. Y como de costumbre, allí
estaba Eggman con uno de sus inmensos robots.
-¡¿Ya
estamos otra vez?! ¡Eres un pesado!-exclamó claramente enfadada
Marine.
-O-Oh
no...-tartamudeó Narcissus, como si una pesadilla acabase de
aparecer... Y tal vez así fuese.
-Vaya,
no esperaba encontraros aquí... Por una vez, no venía a por
vosotros-rió Eggman llevándose la mano tras la calva.
-¿Y
qué se supone que quieres?
-Eso
a ti no te importa, entrometida >_>
-¿Entrometida?
Pues tú eres gordo <.<
-Enana
>_>
-¡Bigotudo!
¡Cabeza serrín!-chilló muy molesta.
Mientras
ambos discutían, Narcissus miraba a Eggman horrorizado, y una imagen
apareció en su mente:
-¡AAAAAAAAAAH!
¡POR EL AMOR DE DIOS, SAL DE MI VISTA AHORA MISMO!-gritó a pleno
pulmón, cerrando los ojos con fuerza.
Tanto
Marine como Eggman lo miraron sin entender la razón de sus gritos...
Nosotros sí y le comprendemos xD
-¡VETE!
¡NO QUIERO VERTE!
-Em...
¿Y este quién es?-miró Eggman a Marine, sin comprender.
-P-Pues
el hermano de Rouge... Pero no entiendo a qué vienen esas voces ._."
-¡¿El
hermano de Rouge?!-gritó sin creérselo.
-...
¿Sí?-se encogió de hombros.
-¡Menudo
cambio chico!-rió aún sin poder creerlo.
Y
aunque Eggman parecía asombrado y entusiasmado al mismo tiempo,
Narcissus seguía adoptando su mueca de repugnancia.
-Narcissus
era ¿no? Ha pasado un tiempo-sonrió con cierta maldad.- Y dime,
¿buscas trabajo?
-¡N-No
pienso trabajar contigo! ¡Qué HO-RROR!-dijo entre arcadas, evitando
mirarle.
-¿C-Cómo
dices?-dijo ofendido.
-Ha
dicho que...
-¡YA
LE OÍ!
-¡Bueno,
no te enfades! D:
-¡¿INSINÚAS
QUE SOY FEO, MUCHACHO?!
-¡NO
LO INSINÚO, TE LO DIGO A LA CARA! ¡Eres la cosa más HORROROSA de
la HISTORIA!
La
paciencia de Eggman llegó a su límite y no dudó en lanzarles
misiles, incluída a la pobre Marine, que ella no hizo nada malo.
-¡Hey,
hey! ¡Relax colega! ¡Que nos vas a matar!
-¡Esa
es la idea!-bramó sujetando con fuerza los mandos, sin pensar
siquiera en lo que hacía.
Uno
de los misiles estalló cerca de Narcissus, y la explosión hizo que
lo lanzase contra un árbol. El murciélago se quejó, había sido un
golpe muy fuerte.
-¡Vale,
hasta aquí hemos llegado!-dijo Marine enfadada.
Adoptó
la pose de Goku al lanzar un Kamehameha(?), apoyó con fuerza los
pies en la tierra y lo miró frunciendo el ceño. Eggman, sin dudarlo
un segundo, le lanzó otro misil. Y cuando éste estaba a punto de
alcanzar a Marine, cuando Narcissus observó que iba a estallarle en
la cara y se levantó, una gran masa de agua se formó en las manos
de Marine, cosa que sorprendió al joven.
-¡KamehamehAGUA!
Y
un potente chorro de agua fue arrojado de sus manos, el cual era tan
potentes que incluso consiguió hacer retroceder el misil de Eggman,
haciendo que explotase contra su robot y quedándolo así fuera de
combate.
-¡Conseguido!-rió
orgullosa.
Narcissus
se acercó boquiabierto, sin dar crédito de lo que acababa de hacer
aquella chica.
-Hey,
¿estás bien?-le preguntó Marine.
-¿E-Eh?
Sí, sí... E-Estoy bien...
Marine
lo miró y rió.
-¿Sorprendido?-sonrió.
-P-Pues
sí... Eres bastante fuerte para ser tan pequeña-rió nervioso,
temiendo lo que le pudiera hacer(?)
Marine
resopló.
-POR
ÚLTIMA VEZ: no soy una niña >.>
-¿Perdón?
-Chico,
tengo dieciséis años.
Narcissus
quedó atónito.
-¿Aún
no te has enterado? Vale, intentaré decírtelo más claro: Blaze
sólo tiene un año más que yo, no soy una cría.
-Dieci...
¿Dieciséis?-repitió con ojos como platos.
-Exacto,
veo que lo vas pillando-rió.
La
miró detenidamente. Era increíble que tuviera esa edad, con lo
bajita que era... Y mona... Había que admitir que desde un principio
le pareció una niña bonita... Bueno, una chica guapa, con una cara
inocente, linda y unos ojos preciosos...
-Dieciséis...-repitió
embobado.
-Ajá,
¿y tú? ¿Cuántos años tienes?-le preguntó.
Narcissus
reaccionó y la miró.
-Dieciocho,
tengo dieciocho... Un año menos que mi hermana-respondió.
Una
pequeña risita salió de los labios de la mapache.
-¡En
dos años te alcanzaré, y algún día seré tan alta como tú!-rió.
-Ya...-no
pudo evitar reírse un poco- Tu nombre... Era Marine, ¿no?
-¡Ajá,
Marine the Raccoon! ¡Futura capitana de los 7 mares!-dijo imitando
un gesto militar.
Narcissus
sonrió inevitablemente: la sonrisa, la mirada juguetona e inocente
de Marine y sobre todo ese movimiento de llevarse la mano a la cabeza
conquistaron su corazón. ¡Era demasiado mona, esa estatura de niña
pequeña la hacía irresistible! Pero sobre todo era una chica
fuerte, con carácter y no aparentaba ser lo que era físicamente...
Era tan... Tan ella misma...
-Bueno
Narci, ¿nos vamos?-sonrió juguetona.
-¿Narci?-pensó
sorprendido.
La
volvió a mirar y un leve sonrojo apareció en sus mejillas.
-Claro-sonrió
dulcemente.
La
cargó y volvieron a la casa volando. Al llegar, entraron y fueron el
centro de atención de todas las miradas.
-Hola-sonrió
un poco nuestro protagonista.
Nadie
dijo nada. Narcissus suspiró y se rascó la nuca.
-Ok...
Ya le he pedido perdón...
-¡Ya
somos amigos!-dijo risueña.
El
murciélago la miró sorprendido mientras los demás sonreían por
las palabras de Marine.
-¿Me
considera su amigo?-pensó, un poco sonrojado.
Y
después sonrió instantáneamente.
-Exacto,
somos amigos-sonrió pícaro, rodeándola con sus brazos.
Marine
lo miró sin comprender por qué la había tomado así, y los demás
igual, sólo que aún más sorprendidos que ésta.
Antes
de que pudieran preguntar los motivos de Narcissus por el cual había
rodeado así a Marine, la puerta se abrió, entrando Amy y Sonic
sonriendo.
-¡Ya
tenemos casa nueva!-dijo Amy con una gran sonrisa.
Y
sin comerlo ni beberlo, todos gritaron exaltados y emocionados. ¡Una
nueva casa, al fin! Más grande, más espacio... Todo era perfecto...
Excepto para Narcissus, pues era tal la alegría que se abalanzaron
sobre ellos y fue separado de Marine. El pobre murciélago resopló y
les dedicó una mirada que podría haber matado a todos los presentes
si es que fuese algo posible.
Horas
más tarde, Rouge se estaba poniendo ya el pijama. Una sombra
apareció en la ventana y llamó por ella.
La
chica murciélago se extrañó y la abrió. Era Shadow, sin embargo,
no se sorprendió.
-Buenas
noches-sonrió.
-Hola.
Al
ver que no había nadie aparte de ella, entró.
-¿Cómo
tú por aquí?-preguntó.
-He
visto a tu hermano en el bosque... No me lo esperaba aquí, y venía
a preguntarte.
-Ah,
sí... Va a quedarse ¿sabes?
-¿Entonces
estás contenta?
-Claro
que lo estoy, le echaba de menos-dijo sin poder evitar sonreír.
-Me
alegro, supongo.
-Oye,
¿cómo es eso que le has visto? ¿Estabas espiando otra vez?
-Como
siempre-se cruzó de brazos y miró por la ventana-. Eggman me estaba
buscando y le di esquinazo, y entonces lo vi, y más tarde observé
cómo hablaba con esa mapache tan vulgar.
-Ah...-rió,
un poco incómoda por cómo hablaba de Marine.
-En
fin, sólo era eso-dijo, abriendo de nuevo la ventana.
-Hey,
espera.
Se
volteó y la miró.
-Vamos
a irnos a una casa más grande. ¿Por qué no te mudas con nosotros?
Así no estarás solo-sonrió amablemente.
-No
me interesa.
Y
sin decir nada más, saltó por la ventana y se fue corriendo.
Rouge
suspiró.
-Qué
chico más serio...-suspiró.
Mientras
tanto, en el sótano se encontraban Silver y Blaze. El erizo albino
le estaba mostrando una canción que estaba escribiendo.
-Suena
bien-sonrió levemente la gata.
-Gracias-le
devolvió la sonrisa.
La
miró y cerró la tapa del piano.
-Hey,
Blaze... ¿A qué te referías antes con Marine?
Blaze
lo miró de vuelta.
-¿Podrías
explicarte mejor?
-Bueno,
antes cuando os fuísteis, me dijiste que Marine no estaba así de
apenada porque Narcissus la llamase niña pequeña... ¿Por qué
era?-la miró intrigado.
Blaze
lo miró sorprendida y suspiró.
-No
debería... No sin su consentimiento.
-¿Y
una pista? Estoy preocupado...
-Bueno...
Digamos que lo que le molestó fue lo que dijo de contárselo a sus
padres.
-¿Qué
hay de malo con eso?-se extrañó.
-Silver,
ya no te puedo contar nada más-suspiró.
Se
levantó y se dirigió a las escaleras.
-Vamos,
se hace tarde-lo miró esperándole.
Silver
asintió, recogió las partituras y las acompañó.
En
el jardín, Marine miraba el cielo estrellado con una expresión
melancólica. Algo realmente extraño por su parte.
-Papá...
Hoy me he acordado de ti-murmuró, mostrando una pequeña sonrisa.
Pequeñas
lágrimas cayeron sobre las flores que estaban bajo la pequeña
mapache, y una suave brisa llena de nostalgia las meció levemente.