martes, 27 de enero de 2015

Cap 32

The adventure of Blaze and friends


Un nuevo integrante.

-¡Vamos Knuckles! ¡Que muerda el polvo!-gritaba enérgico Sonic.

-¡Ánimo Rouge! ¡Tú puedes!-se unió Marine.

-¡Demuéstrale quién manda!-agregó Amy.

La típica escena de cada día se volvía a repetir: Knuckles y Rouge se peleaban. Y esta vez, al parecer, por un comentario machista por parte del equidna.

-¡Admite que en esta casa los hombres somos mejores que las mujeres!

-¡Admite tú que estás muy equivocado!

-¡Admítelo Knuckles!-vociferaba Marine.

-¿Por qué les estamos animando a pelear?-se preguntó Silver, un poco confuso.

-Porque son unos orgullosos, yo no estoy diciendo nada-contestó Tails, leyendo un libro tranquilamente.

-Son unos paletos, eso es lo que son-comentó Blaze.

-Y tanto...

-Está claro que en esta casa las mujeres somos más fuertes que vosotros. No hay nada que discutir-dijo frunciendo el ceño.

-... Me abstendré de hacer comentarios-pensó Silver. No tenía sentido discutir ese tema con gente tan cerrada de mente.

-Pero no os peguéis... Deberíamos llevarnos todos bien-dijo entristecida Cream, la única que pensaba igual que Silver.

-¡De eso nada! ¡Ese topo ha dicho que soy una debilucha!

-¡EQUIDNA!

-¡Lo que sea!

Aprovechando ese pequeño momento de distracción, Rouge le asestó una patada en la cabeza a Knuckles, tumbándolo en el suelo.

-¡E-Eso es juego sucio!

-Aquí nadie ha puesto reglas-rió Rouge pícara.

Y justo como hizo la murciélaga hace escasos segundos, Knuckles se levantó e intentó atacarla. Sin embargo, una sombra bajó del cielo rápidamente; agarró sus púas con fuerza y lo lanzó contra el suelo.

-¡Knuckles!-gritó Rouge sorprendida.

-A-Ah... ¿Qué ha sido eso?-dijo acariciándose la cabeza.

-Honestamente, pienso que ni hombres ni mujeres tienen por qué ser mejor uno que el otro... Pero en este caso, he de decir que los murciélagos siempre superaremos a los topos-rió burlón el desconocido, un murciélago alto y blanco.

-¡¿Y tú quién se supone que eres?!-gritó histérico.

-... Supuse que no me reconocerías-dijo encogiéndose de hombros, con una pequeña sonrisa en la cara.

-Hey, ¿quién eres tú? ¿Cómo te atreves a atacar a Knuckles?

-Vaya, ¿y ahora lo defiendes? ¿En serio?-dijo Tails incrédulo.

-¿Has dicho algo?-lo miró molesta.

-Nada, no he dicho nada-desvió la mirada.

El joven viajero, cerrando sus alas y con una sonrisa burlona, se dirigió hacia Rouge.

-Cuánto tiempo.

-¡Narcissus!

-¡¿NARCISSUS?!-gritaron todos desconcertados a excepción de Honey y Marine.

-¿Quién es Narcissus?-preguntó la mapache a la multitud. Aunque fue en vano, pues nadie le respondió.

-¿Y ese cambio...? No pareces tú...-dijo la joven murciélaga, que no le quitaba la vista de encima.

-Bueno... La gente cambia, y no sólo psicológicamente-rió divertido y se dirigió hacia el equidna, que seguía en el suelo sin dar crédito-. Hola Knuckles, ¿te alegras de verme?

-No exactamente...-bufó molesto.

-Menuda bienvenida...



-Vale... ¿Qué demonios haces tú aquí? ¿Por qué has vuelto?-preguntó Blaze irritada, pues su última visita no le agradó demasiado.

-Pues ver a mi hermana y a sus queridos amigos, ¿no puedo?

-A ser posible que sea en privado, aquí no nos agrada tu presencia-masculló Knuckles.

-Hey, hey... Calmáos un poco, sigue siendo mi hermano.

-Siéndolo o no, ya sabes que no me cae nada bien-dijo Blaze entre dientes.

-Sólo le has visto una vez en tu vida, ¿cómo es posible que te caiga tan mal?

-Exacto, agotó mi paciencia en cuestión de segundos...

-Tampoco es muy difícil...-murmuró Marine.

-¿Qué has dicho?-la miró furiosa. Parecía que sus ojos se habían prendido en llamas.

-¡N-Nada, nada!-rió nerviosa.

Narcissus dejó escapar una leve risita y atrajo la mirada de todos los que estaban presentes.

-¿Por qué no entramos y nos presentamos de nuevo? Creo que hemos empezado con mal pie-sonrió con amabilidad, aunque a Blaze y a Knuckles les pareció un indicio de burla.

-... Me parece bien. Hay gente que aún no te conoce-razonó Sonic.

-Bien, pues vamos.

Y dicho esto, todos entraron y se acomodaron alrededor de Narcissus.

-Vale... ¿Ahora nos puedes decir quién eres? Estamos un poco confusas con todo este tema...

-Claro encanto-dijo sonriente.

-¿Encanto?-pensó Honey, un poco incómoda.

-Bien, yo soy el hermano de Rouge.

-Mi hermano pequeño-le interrumpió ésta.

-Ya... Pero por un año, nada más-la miró mal.

Rouge sonrió con cierta malicia y Narcissus procuró ignorarla.

-¿Eres su hermano pequeño? Qué monos-sonrió inocentemente; no se dio cuenta de que esa clase de comentarios molestaban a Narcissus.

-No soy mono...-masculló claramente enfadado.

Se levantó del sillón y, pasándose la mano por el flequillo, dirigió una mirada seductora a todas las chicas de la sala, acompañada por una sonrisa carismática.

-Soy sexy.

Segundos más tarde, mientras todos le dirigían una mirada indiferente que incomodaron al murciélago, estallaron las risas de Rouge, Knuckles, Amy y, sorprendentemente, de Blaze también.

-¿Tú? ¡¿SEXY?!- se desternillaba el equidna llevándose una mano a los ojos.

-¡Por el amor de Dios!- reía Blaze sujetándose la tripa.

-Hey, que está presente...

-Si os vais a estar riendo de mí, me voy- dijo molesto y caminando hacia la puerta, hasta que Rouge sujetó su brazo mientras se secaba las lágrimas.

-P-Perdona...- intentó articular a la vez que una risita se le escapaba.

-Ya, estoy seguro de que estás arrepentida- la miró mal.

-Vamos Narz, no es para tanto. Perdona ¿vale? Quiero que te quedes- sonrió.

Suspiró y esbozó media sonrisa.

-Vale, si me lo pides así...-rió divertido.

-Eh, que yo no te he suplicado nada- imitó su gesto.

-Bueno, pero quieres que me quede. Es parecido.

Los demás observaban a los hermanos hablando, y Knuckles dejó escapar un suspiro.

-¿Otro más? ¿Y encima el hermano de la ladrona?

-Rouge Knuckles, se llama Rouge.

-Ni que fuese un dato importante.

-Di que sí, amabilidad...-rió Sonic.

-Knuckles tiene razón... ¿otro más?-suspiró Amy.

-¿Hay algún problema con eso?

-Bueno... Ya somos...-Amy se pausó unos segundos mientras contaba- Con Narcissus aumentaríamos a 10. Ya dormimos todos bastante apretados...

-¿Y no se puede conseguir más colchones?

-¿Más? ¡La mayoría son de Vainilla! Y también tiene que ver lo grande que son las habitaciones... Y la casa se nos queda pequeña ¿no crees?

-Claro, ya es bastante difícil entrar en el baño con lo que tarda Knuckles-bromeó Tails.

-¡Oye! ¡No es mi culpa que las púas se me enreden!-se quejó enojado.

-Ya, parad-rió un poco Sonic y volvió a dirigirse a Amy-. Bien, pues tendremos que buscar otra casa.

-Me da un poco de apuro dejar la casa que nos dejó Chris...

-Pero se nos ha quedado pequeña ¿no? Entonces busquemos otra. Cuando vuelva, no le importará.

-Supongo...

-Entonces vamos. Tú y yo buscaremos una, ¿te parece bien?

Al escuchar esas palabras, Amy no pudo evitar mostrar una pequeña sonrisita. Sonic había dicho que ellos dos irían a buscar casa. Y hacer eso se tarda mucho... Podría pasar todo el día con él.

-Me parece bien-sonrió un poco sonrojada.

-¿Una cita de casas?-rió un poco Knuckles.

-Bueno, tal vez Sonic ya vaya sintiendo algo por Amy...

-Claro, y a lo mejor se deciden a compartir cama-sonrió pícaro.

-Por el amor de Dios Knuckles, búscate novia(?)

Y dicho esto, volvió al garaje, donde siempre solía estar.

-¿Qué he dicho? ._.

-Hey, cabezón.

Knuckles volteó la cabeza y Narcissus soltó una carcajada.

-¿Entonces admites que lo eres?-dijo sin parar de reír.

-Chaval, si sigues así te vas a quedar sin alas...

-¿Qué dices que le vas a hacer a mi hermano?

-Tú no te metas, nadie te ha dado vela en este entierro-replicó.

-¿No? Ya que trata sobre mi hermano, creo que estoy más que invitada al entierro-sonrió burlona.

-Pobre equidna... ¿Te cuesta pensar?

Y comenzó la pelea que todo el mundo estaba esperando. No por placer, más bien porque era inevitable que iba a suceder este hecho -.-"

-Son idénticos...-suspiró Silver.

-¿Quiénes son idénticos?-preguntó Honey.

-Narcissus y Rouge, claro-aclaró.

-Tienes razón-asintió Blaze-. Me da un poco de pena la situación que va a vivir ahora Knuckles.

-¿Y el resto de nosotros qué? Yo ya tenía suficiente con una Rouge, no necesito dos -.-"

-¿Dos Rouges...?-abrió los ojos sorprendida y sacudió la cabeza- Espera espera espera... A Narcissus no le gustará Knuckles ¿no?

-M-Marine, cuando decía dos Rouges no me refería a que compartiesen sentimientos...-suspiró Silver.

-¡No! ¡Me niego a que se compartan las parejas! ¡La que llegó antes fue Rouge y se lo queda él! D:<

-¿Eres homófoba?

-¡Por supuesto que no! ¡Yo no pongo distinciones en el amor, pero el que se lo encuentra se lo queda! ¡Y Santa Rita Rita! ¡Si te lo encuentras, no te lo quitan!

-Es "lo que se da, no se quita" ¬¬"

-Lo que yo he dicho es un remake. Podrás encontrarlo en el disco oficial de las frases más dichas de Marine the Raccoon. Y si pagas un bonus especial te llevarás la canción del pirata que me inventé-dijo orgullosa.

Entre las risas provocadas por las tonterías de Marine, un leve gruñido se escapó de los labios de Narcissus. Había escuchado sus palabras... ¿Lo había emparejado con el tipo al que odiaba con toda su alma? O al menos el que peor le caía, ya que odiar es una palabra demasiado fuerte. Sin dudarlo dos veces, dejó a su hermana a solas con el equidna y se acercó bastante molesto.

-¿C-Cómo has dicho?-dijo apretando los dientes y mirando a Marine, que era mucho más baja que él.

-¿Perdón?-lo miró sin comprender.

-¡¿QUE YO ESTOY ENAMORADO DE ESE IDIOTA?! ¡Mira niña, más te vale retirarlo o llamaré a tus padres y les diré que molestas a la gente adulta con tus tonterías!

Se hizo un largo silencio.

-H-Hey Narcissus... Será mejor que retires lo de niña o...

Sin decir nada, Marine bajó la cabeza y salió corriendo.

-¡Marine, espera!-la siguió Honey preocupada.

-Parece que se lo ha tomado realmente mal...

-Te equivocas.

Silver la miró un poco sorprendido.

-No ha sido por llamarla niña.

Le dirigió su mirada a Narcissus, desagradada por lo que le había dicho a su amiga y siguió a Honey. Silver se extrañó y miró a Narcisssus.

-Críos...-suspiró- Qué puedo decir, nunca se me han dado bien.

-Ya... Oye, será mejor que te preocupes un poco más por conocer a la gente que te rodea.

-¿Perdón?-enarcó una ceja.

-Lo que has oído-dijo Silver claramente molesto, frunciendo el ceño.

Dicho esto, se fue al sótano.

-Menudo borde...-se encogió de hombros el murciélago.

Alguien tiró de su guante y éste bajó la mirada. Era Cream junto con Cheese.

-Ah... Hola-dijo un poco incómodo. Como ya dijo, los niños no se le daban bien.

-Hola-sonrió levemente, tomando entre sus brazos al chao-. Me llamo Cream.

Se agachó para mirarla a los ojos.

-Yo soy Narcissus, el hermano de Rouge.

-Ya lo sé, te escuché.

-Ya veo... ¿Y qué quieres?-sonrió un poco.

-Que trates mejor a los que vivimos en esta casa.

Se sorprendió por sus palabras.

-Si eres el nuevo no deberías meterte con Knuckles, llamar borde a Silver, hacer rabiar a Blaze o poner triste a Marine... Eso no es lo que hace la gente buena-miró al suelo entristecida.

-Y-Ya... Supongo que soy un poco...

-Discúlpate-le cortó.

-¿Eh? ¿Con quién?

-Con todos, pero sobre todo con Marine. No te ha hecho nada malo-le aclaró.

-Ah, ya... Bueno, me sacó un poco de mis casillas-rió un poco nervioso. Para ser tan pequeña y adorable, Cream le estaba presionando bastante.

-Espero que aprendas a comportarte.

Y dicho esto, sin vergüenza ninguna, Cream se alejó y se fue con Amy y Cheese en brazos. Narcissus quedó sorprendido por la determinación que tenía la conejita a la hora de hablar las cosas con alguien mayor que ella.

-Bien... Supongo que lo haré-suspiró.

Le dirigió una última mirada a la conejita y suspiró nuevamente. No le gustaba la idea de que una niña de unos 8 o 9 años tuviera razón.

Dejando de lado aquel pensamiento, se dirigió hacia la puerta y salió. Abrió las alas y, tomando el impulso necesario, se puso a buscar a las tres amigas.

-¿Adónde han podido ir?- se preguntó observando la ciudad.

Volando sobre ésta y mirando con atención a la gente que salía y venía de cada calle, no pudo evitar volver a pensar en las palabras de Cream.

-Bueno, en teoría no podrían echarme... Soy el hermano de Rouge, y dudo mucho que ella les dejase.

Pero después de pensarlo detenidamente, negó descontento y suspiró, Con esos gestos se daba a entender que su suposición era errónea, ya por algún suceso del pasado o por algo que le dijera su hermana tiempo atrás.

-Menos cháchara y más buscar...

Acto seguido se llevó la mano izquierda a su flequillo y se lo peinó resignado.

-Si yo fuese ella, lo último que querría sería estar rodeado de gente...

Bajó a la azotea de un edificio y se tumbó sobre ésta, posando su vista sobre las nubes blanquecinas del cielo azul.

-¿Dónde estará?-pensó, y cerró los ojos.

Pasaron unos segundos y se incorporó.

-Espera, aquí había un bosque...

Volvió a abrir sus alas y emprendió el vuelo.

-Probablemente estén allí.

Cerca ya del bosque, vio las figuras de las dos gatas alejándose de él. Al no ver a la mapache no pudo evitar no acercarse, y se escondió para escuchar la conversación de ambas.

-No me parece bien que se quede sola...-murmuró cabizbaja Honey, claramente preocupada.

-Necesita meditar, eso es todo. Ya verás como vuelve con una sonrisa en la cara.

-Eso espero-suspiró. Porque si no es así, Narcissus se tendrá que enfrentar a mí.

-¿Perdón?-pensó el esbozando su característica sonrisa burlona.

-No lo dudes, yo tampoco le dejaré escapar-frunció el ceño mostrando una llama en cada mano.

Tragó saliva al ver a Blaze, pues no recordaba sus poderes pirotécnicos.

-Morderá el polvo-gruñó dejando escapar pequeños rayos de sus manos.

El murciélago se asustó más y se alejó de allí rápidamente.

-Están locas...-murmuró asustado.

Dirigió su mirada al bosque y se adentró en él.
Pasaron los minutos y Narcissus seguía caminando un poco perdido, mirando con atención dónde podría estar la pequeña.

-Madre mía... ¿Quién me mandará a mí a hablarle así a una cría?-resopló arrepentido.

Una rama seca se rompió y Narcissus se giró al instante. No había nadie, y le extrañó bastante.

-¿Hola?

No contestaron, sin embargo se sentía observado.

-Esto es muy raro...

Se encogió de hombros incómodo y prosiguió con su camino. Aunque seguía notando la mirada de alguien clavada en su nuca. Sin embargo, no parecía haber nada más aparte de vegetación.
Volteó la cabeza al escuchar cómo alguien se metía en el agua. Siguiendo ese sonido dio con Marine, quien había metido los pies en un lago.

-Así que aquí estabas...-dijo levemente, acercándose con cuidado y sentándose a su lado.

Marine ni siquiera le miró.

-Me ha costado mucho encontrarte-la miró molesto.

Una vez más, fue ignorado.
Se quedó con la vista sobre ella y suspiró. Se llevó la mano a la cabeza y miró al suelo, tal vez arrepentido por su actitud.

-Hey, perdona... No quería sonar así de... Rudo ¿vale? Es sólo que me molestó un poco lo que dijiste.

Hubo un silencio incómodo.

-Y... Bueno, supongo que me pasé con todo lo que te dije...

-Caíste.

La miró extrañado y lo último que pudo distinguir de Marine fue una sonrisa burlona, pues en tan sólo un instante cayó al agua.

-¡¿Q-Qué haces?!-gritó al salir a la superficie.

-¡Has caído en mi trampa, rufián!-rió a carcajadas.

La miró sin comprender.

-Si te ríes de la capitana Marine, te ganas una jugarreta-sonrió burlona.

-Serás...-dijo entre dientes, mostrando un claro enfado.

Volvió a reír y lo ayudó a salir de allí.

-Estás empapado.

-No me digas ¬¬"

-Alegra esa cara, te has refrescado-sonrió.

-Ya...-suspiró.

Se sacudió y la miró.

-¿No estabas enfadada?

-Qué va. Se me pasó hace bastante.

-¿Ah, sí? Parecías muy afectada por lo que te dije...

-Y lo estaba. Pero te has molestado en disculparte... Y aprendí a perdonar hace tiempo-dijo mostrando una pequeña sonrisa y mirando al cielo.

Narcissus la miró un poco sorprendido pero después sonrió.

-Eres una niña muy maja.

-Gra... Eh, no soy una niña >_>

-Bueno... ¿Una chica mayor?-se rascó la mejilla un poco nervioso, no quería entristecerla de nuevo.

-Chaval, tengo die...

No pudo terminar la frase ya que unas fuertes pisadas se acercaban hacia ellos. El suelo comenzó a temblar y Marine se levantó inquieta. Narcissus la imitó y miró a su alrededor. Y como de costumbre, allí estaba Eggman con uno de sus inmensos robots.

-¡¿Ya estamos otra vez?! ¡Eres un pesado!-exclamó claramente enfadada Marine.

-O-Oh no...-tartamudeó Narcissus, como si una pesadilla acabase de aparecer... Y tal vez así fuese.

-Vaya, no esperaba encontraros aquí... Por una vez, no venía a por vosotros-rió Eggman llevándose la mano tras la calva.

-¿Y qué se supone que quieres?

-Eso a ti no te importa, entrometida >_>

-¿Entrometida? Pues tú eres gordo <.<

-Enana >_>

-¡Bigotudo! ¡Cabeza serrín!-chilló muy molesta.

Mientras ambos discutían, Narcissus miraba a Eggman horrorizado, y una imagen apareció en su mente:



-¡AAAAAAAAAAH! ¡POR EL AMOR DE DIOS, SAL DE MI VISTA AHORA MISMO!-gritó a pleno pulmón, cerrando los ojos con fuerza.

Tanto Marine como Eggman lo miraron sin entender la razón de sus gritos... Nosotros sí y le comprendemos xD

-¡VETE! ¡NO QUIERO VERTE!

-Em... ¿Y este quién es?-miró Eggman a Marine, sin comprender.

-P-Pues el hermano de Rouge... Pero no entiendo a qué vienen esas voces ._."

-¡¿El hermano de Rouge?!-gritó sin creérselo.

-... ¿Sí?-se encogió de hombros.

-¡Menudo cambio chico!-rió aún sin poder creerlo.

Y aunque Eggman parecía asombrado y entusiasmado al mismo tiempo, Narcissus seguía adoptando su mueca de repugnancia.

-Narcissus era ¿no? Ha pasado un tiempo-sonrió con cierta maldad.- Y dime, ¿buscas trabajo?

-¡N-No pienso trabajar contigo! ¡Qué HO-RROR!-dijo entre arcadas, evitando mirarle.

-¿C-Cómo dices?-dijo ofendido.

-Ha dicho que...

-¡YA LE OÍ!

-¡Bueno, no te enfades! D:

-¡¿INSINÚAS QUE SOY FEO, MUCHACHO?!

-¡NO LO INSINÚO, TE LO DIGO A LA CARA! ¡Eres la cosa más HORROROSA de la HISTORIA!

La paciencia de Eggman llegó a su límite y no dudó en lanzarles misiles, incluída a la pobre Marine, que ella no hizo nada malo.

-¡Hey, hey! ¡Relax colega! ¡Que nos vas a matar!

-¡Esa es la idea!-bramó sujetando con fuerza los mandos, sin pensar siquiera en lo que hacía.

Uno de los misiles estalló cerca de Narcissus, y la explosión hizo que lo lanzase contra un árbol. El murciélago se quejó, había sido un golpe muy fuerte.

-¡Vale, hasta aquí hemos llegado!-dijo Marine enfadada.

Adoptó la pose de Goku al lanzar un Kamehameha(?), apoyó con fuerza los pies en la tierra y lo miró frunciendo el ceño. Eggman, sin dudarlo un segundo, le lanzó otro misil. Y cuando éste estaba a punto de alcanzar a Marine, cuando Narcissus observó que iba a estallarle en la cara y se levantó, una gran masa de agua se formó en las manos de Marine, cosa que sorprendió al joven.

-¡KamehamehAGUA!

Y un potente chorro de agua fue arrojado de sus manos, el cual era tan potentes que incluso consiguió hacer retroceder el misil de Eggman, haciendo que explotase contra su robot y quedándolo así fuera de combate.

-¡Conseguido!-rió orgullosa.

Narcissus se acercó boquiabierto, sin dar crédito de lo que acababa de hacer aquella chica.

-Hey, ¿estás bien?-le preguntó Marine.

-¿E-Eh? Sí, sí... E-Estoy bien...

Marine lo miró y rió.

-¿Sorprendido?-sonrió.

-P-Pues sí... Eres bastante fuerte para ser tan pequeña-rió nervioso, temiendo lo que le pudiera hacer(?)

Marine resopló.

-POR ÚLTIMA VEZ: no soy una niña >.>

-¿Perdón?

-Chico, tengo dieciséis años.

Narcissus quedó atónito.

-¿Aún no te has enterado? Vale, intentaré decírtelo más claro: Blaze sólo tiene un año más que yo, no soy una cría.

-Dieci... ¿Dieciséis?-repitió con ojos como platos.

-Exacto, veo que lo vas pillando-rió.

La miró detenidamente. Era increíble que tuviera esa edad, con lo bajita que era... Y mona... Había que admitir que desde un principio le pareció una niña bonita... Bueno, una chica guapa, con una cara inocente, linda y unos ojos preciosos...

-Dieciséis...-repitió embobado.

-Ajá, ¿y tú? ¿Cuántos años tienes?-le preguntó.

Narcissus reaccionó y la miró.

-Dieciocho, tengo dieciocho... Un año menos que mi hermana-respondió.

Una pequeña risita salió de los labios de la mapache.

-¡En dos años te alcanzaré, y algún día seré tan alta como tú!-rió.

-Ya...-no pudo evitar reírse un poco- Tu nombre... Era Marine, ¿no?

-¡Ajá, Marine the Raccoon! ¡Futura capitana de los 7 mares!-dijo imitando un gesto militar.



Narcissus sonrió inevitablemente: la sonrisa, la mirada juguetona e inocente de Marine y sobre todo ese movimiento de llevarse la mano a la cabeza conquistaron su corazón. ¡Era demasiado mona, esa estatura de niña pequeña la hacía irresistible! Pero sobre todo era una chica fuerte, con carácter y no aparentaba ser lo que era físicamente... Era tan... Tan ella misma...

-Bueno Narci, ¿nos vamos?-sonrió juguetona.

-¿Narci?-pensó sorprendido.

La volvió a mirar y un leve sonrojo apareció en sus mejillas.

-Claro-sonrió dulcemente.

La cargó y volvieron a la casa volando. Al llegar, entraron y fueron el centro de atención de todas las miradas.

-Hola-sonrió un poco nuestro protagonista.

Nadie dijo nada. Narcissus suspiró y se rascó la nuca.

-Ok... Ya le he pedido perdón...

-¡Ya somos amigos!-dijo risueña.

El murciélago la miró sorprendido mientras los demás sonreían por las palabras de Marine.

-¿Me considera su amigo?-pensó, un poco sonrojado.

Y después sonrió instantáneamente.

-Exacto, somos amigos-sonrió pícaro, rodeándola con sus brazos.

Marine lo miró sin comprender por qué la había tomado así, y los demás igual, sólo que aún más sorprendidos que ésta.
Antes de que pudieran preguntar los motivos de Narcissus por el cual había rodeado así a Marine, la puerta se abrió, entrando Amy y Sonic sonriendo.

-¡Ya tenemos casa nueva!-dijo Amy con una gran sonrisa.

Y sin comerlo ni beberlo, todos gritaron exaltados y emocionados. ¡Una nueva casa, al fin! Más grande, más espacio... Todo era perfecto... Excepto para Narcissus, pues era tal la alegría que se abalanzaron sobre ellos y fue separado de Marine. El pobre murciélago resopló y les dedicó una mirada que podría haber matado a todos los presentes si es que fuese algo posible.

Horas más tarde, Rouge se estaba poniendo ya el pijama. Una sombra apareció en la ventana y llamó por ella.
La chica murciélago se extrañó y la abrió. Era Shadow, sin embargo, no se sorprendió.

-Buenas noches-sonrió.

-Hola.

Al ver que no había nadie aparte de ella, entró.

-¿Cómo tú por aquí?-preguntó.

-He visto a tu hermano en el bosque... No me lo esperaba aquí, y venía a preguntarte.

-Ah, sí... Va a quedarse ¿sabes?

-¿Entonces estás contenta?

-Claro que lo estoy, le echaba de menos-dijo sin poder evitar sonreír.

-Me alegro, supongo.

-Oye, ¿cómo es eso que le has visto? ¿Estabas espiando otra vez?

-Como siempre-se cruzó de brazos y miró por la ventana-. Eggman me estaba buscando y le di esquinazo, y entonces lo vi, y más tarde observé cómo hablaba con esa mapache tan vulgar.

-Ah...-rió, un poco incómoda por cómo hablaba de Marine.

-En fin, sólo era eso-dijo, abriendo de nuevo la ventana.

-Hey, espera.

Se volteó y la miró.

-Vamos a irnos a una casa más grande. ¿Por qué no te mudas con nosotros? Así no estarás solo-sonrió amablemente.

-No me interesa.

Y sin decir nada más, saltó por la ventana y se fue corriendo.
Rouge suspiró.

-Qué chico más serio...-suspiró.

Mientras tanto, en el sótano se encontraban Silver y Blaze. El erizo albino le estaba mostrando una canción que estaba escribiendo.

-Suena bien-sonrió levemente la gata.

-Gracias-le devolvió la sonrisa.

La miró y cerró la tapa del piano.

-Hey, Blaze... ¿A qué te referías antes con Marine?

Blaze lo miró de vuelta.

-¿Podrías explicarte mejor?

-Bueno, antes cuando os fuísteis, me dijiste que Marine no estaba así de apenada porque Narcissus la llamase niña pequeña... ¿Por qué era?-la miró intrigado.

Blaze lo miró sorprendida y suspiró.

-No debería... No sin su consentimiento.

-¿Y una pista? Estoy preocupado...

-Bueno... Digamos que lo que le molestó fue lo que dijo de contárselo a sus padres.

-¿Qué hay de malo con eso?-se extrañó.

-Silver, ya no te puedo contar nada más-suspiró.

Se levantó y se dirigió a las escaleras.

-Vamos, se hace tarde-lo miró esperándole.

Silver asintió, recogió las partituras y las acompañó.

En el jardín, Marine miraba el cielo estrellado con una expresión melancólica. Algo realmente extraño por su parte.

-Papá... Hoy me he acordado de ti-murmuró, mostrando una pequeña sonrisa.

Pequeñas lágrimas cayeron sobre las flores que estaban bajo la pequeña mapache, y una suave brisa llena de nostalgia las meció levemente.