jueves, 26 de junio de 2014

Cap 30

The adventures of Blaze and friends


Bosque, el hogar de los fuertes


Después de lanzarle aquel ataque a Eggman, Shadow entró junto con Silver y se encontraron a las tres chicas en el suelo.
-¿Estáis bien?- preguntó.
-Honey no... Parte del derrumbamiento ha caído sobre su pierna- respondió Blaze.
-Ya veo...
-Puedo intentar moverla... Si nos quedamos aquí Eggman destruirá la estatua...
-¡Pero si te mueves podrías rompértela!- exclamó Marine.
Silver caminó hacia ella y la cargó.
-Si nos quedamos aquí destruirá la estatua y nos matará. Y si tú no puedes moverte te cargaré yo-le dijo.
-Será lo mejor. Ahora haced una cadena y agarráos a mí.
Obedecieron y Blaze le agarró de la mano, Marine la de ésta y tomó el brazo de Silver. Shadow hizo el Chaos Control y volvieron a la ciudad, aunque seguidos por Eggman.
-Vaya, vaya, vaya, si se dignaron a salir...-Dijo Eggman con una pequeña sonrisa burlona.
-¡Déjanos en paz!-gritó Marine enojada.
-¿Y si no quiero? ¿Qué me va a hacer una pequeñaja como tú?
Acto seguido Eggman soltó una carcajada. Marine le dirigió una mirada asesina y le lanzó un torrente de agua a la cara(como un Kamehameha pero con agua(?)). Eggman quedó empapado.
-¡Mira lo que te hizo la pequeñaja! >D
-¡MARINE! ¡¿Estás loca?!-gritó Blaze exaltada.
-¡Ha empezado él!-protestó.
Mientras, Eggman permanecía en silencio mirando hacia abajo.
-Así que te gusta jugar ¿eh?
Todos lo miraron y Shadow se temía lo peor. Eggman tecleó con rapidez y a los pocos segundos, el robot en el que iba montado se transformó en uno más pequeño, pero que no por ello parecía más inútil..
-¡Pues vamos a jugar!-gritó a los cuatro vientos como el loco obeso que es(?).
Comenzó lanzando misiles contra ellos, los cuáles eran difícil de esquivar. Más aún a Silver puesto que cargaba a Honey.
-¡A este paso se carga la ciudad!-gritó Marine.
El robot de Eggman levantó la pierna con la intención de aplastarla. Al haber tantos misiles y poco tiempo para esquivarlos, Marine ni se percató de las intenciones de éste. Blaze corrió hacia ella y la cogió poniéndola a salvo del pie de aquel invento del doctor.
-Por poco...
-Sí, gracias-jadeó asustada.
-¡De eso te has conseguido salvar, pero aún me quedan muchos juguetes más!-rió.
Marine y Blaze retrocedieron. Silver no podía soltar a Honey y luchar, así que Shadow caminó al frente.
-Echaros a un lado-dijo sin quitarle la vista de encima a Eggman.
Sacó su esmeralda y comenzó a brillar.
-Chaos...
Antes de poder ejecutar el Chaos Blast, Eggman se apresuró y golpeó a Shadow lanzándolo contra el asfalto de un puñetazo, haciendo que la esmeralda volara por los aires.
-¡Shadow!-gritó Honey.
Blaze corrió hacia él.
-Shadow, ¿estás bien?- se agachó preocupada.
-Sí, estoy bien... ¿Y la esmeralda?- dijo mirando a su alrededor.
-¿Qué importa la esmeralda ahora? ¡Tenemos que irnos de aquí o nos va a matar!
Blaze tiró de su brazo y lo ayudó a levantarse, colocándolo alrededor de sus hombros. Silver no pudo evitar sentirse celoso, en ese momento deseó ser él el que hubiese sido golpeado por Eggman.
-Será mejor que nos vayamos.
Los levantó a todos en el aire y se elevaron hasta volar por encima de los edificios, alejándose de la ciudad. Naturalmente, Eggman los siguió. Y por alguna extraña razón aún desconocida, Blaze apretaba los puños con fuerza, por lo que Shadow la miró extrañado.
Finalmente llegaron al bosque, haciendo que Eggman les perdiese el rastro y volviera a su base. Silver aterrizó con suavidad.
-Estoy agotado...-Dejó a Honey bajo un árbol y se tumbó sobre la hierba.
-Normal, ha sido un largo camino cargando con nosotros.
-Y me has cogido todo el tiempo...
-Tendremos que pasar la noche aquí-suspiró Blaze.
-¿En el bosque? O.o
-Sí, en el bosque. Honey no puede caminar, Silver está agotado y Shadow también debería descansar.
-¿Y qué pasa con la técnica esa de Shadow? ¿No nos puede llevar de vuelta a casa?-preguntó Marine.
-Se llama Chaos Control, y si cierta gata me hubiese dejado cogerla cuando se me cayó, ahora mismo estaríais en vuestra casa y no en el bosque-miró a Blaze.
Y todos los demás también la miraron.
-¿Qué? ¡Lo hice para ayudarle!
-No te la pedí.
-Te podría haber matado-frunció el ceño.
-¡Pues por eso debería haberle dejado! D<
Exceptuando a Silver, todos miraron mal a Marine xD
-Vale vale, ya me callo ¬¬"
-Entonces habrá que hacer un campamento-dijo Honey.
Se apoyó en el tronco del árbol e intentó levantarse, pero inmediatamente Shadow la sentó en el suelo.
-No deberías hacer esfuerzos o tu piernas irá a peor.
Honey le miró sonrojada.
-Ya monto yo el campamento, tú descansa.
-V-Vale...
Marine se puso entre ellos dos.
-¡Bueno bueno bueno! ¡Daros prisa y montad el campamento, ya me quedo yo cuidando de Honey!
Shadow las miró y se levantó.
-Traeré madera-dijo, alejándose.
-Silver y yo nos encargaremos de traer algo de comida.
Ambos se fueron y dejaron a las dos amigas a solas.
-Aguafiestas, lo has hecho a propósito ¬¬"
-Me declaro culpable-sonrió burlona.
Mientras Marine y Honey discutían sobre el amor de ésta última hacia Shadow, Silver y Blaze caminaban buscando víveres.
-¿Qué comida habrá en el bosque?-preguntó Silver mirando a su alrededor.
-Frutas silvestres, setas... Y si hay agua cerca de aquí, probablemente pescado-aclaró Blaze.
-Supongo.
Blaze pudo escuchar el crujir de la madera por encima de sus cabezas y miró hacia arriba. Shadow estaba en lo alto de un árbol, quitándole las ramas.
-¿Necesitas ayuda?
Shadow bajó la mirada y descendió con un montón de ramas en sus manos.
-¿Te parece que la necesite?
-Bueno, ya no, es evidente...
-Pues eso, encargaros de vuestro trabajo.
Sin nada más que decir, Shadow se fue. Silver le miró molesto y tomó la mano de Blaze.
-Vamos Blaze.
Ésta le miró un poco sorprendida y caminaron.
-Silver, ¿puedo preguntarte algo?
-Claro, di.
-¿Por qué te cae tan mal Shadow?
Silver se paró. No podía decirle toda la verdad, ya que parte de ella es que estaba celoso de que Blaze le "fascinase" Shadow.
-¿Y bien?
-Bueno... No es un tipo simpático. Es muy frío, un chulo y nos llama a todos incompetentes-dijo frunciendo el ceño.
-Vamos, no es tan malo-intentó calmarlo.
Silver la miró.
-¿Y a ti por qué te cae tan bien?-quiso saber Silver- Estás siempre que si Shadow esto o Shadow lo otro, que si es muy fuerte y puede ayudarnos porque es perfecto y blah blah blah...
-Yo nunca he dicho que sea perfecto-objetó Blaze.
-Da igual, el resto sí lo dices ¬¬
-Silver, hay que admitir que Shadow es muy fuerte y sabe lo que se hace. Pero no me cae tan bien como crees, es alguien muy solitario y un poco...
-¿Irritante? ¿Presumido? ¿Molesto?
-No ¬¬"... Siniestro.
-Los otros adjetivos también valían.
-Lo que tú digas, pero es cierto.
-¿Y por qué dices eso?-preguntó intrigado.
-No sé si a ti te lo dijo, pero me contó que nos espía todo el tiempo.
-Ah, sí.
-¿No te inquieta que esté espiándonos a todas horas, mientras dormimos, comemos o hacemos lo que tengamos que hacer?
Silver tragó saliva, nunca lo había pensado.
-¿Podría conocer todos nuestros secretos...?
Blaze asintió, y eso hizo que Silver se pusiera más nervioso. Entonces recordó lo que Shadow le dijo tiempo atrás.
-Con que a eso te referías...-pensó.
-Silver.

Silver volvió a dirigir su atención en Blaze.

-¿Estás bien?

-Sí, sí... Perfectamente.

-Bien, pues sigamos buscando la comida-continuó caminando y Silver la siguió aún sumergido en sus pensamientos.

Mientras tanto, las dos amigas seguían charlando en el lugar donde iba a ser montado el campamento.

-Sigo sin entender por qué te gusta...

-No sabría decirte, ni yo misma lo sé. Es sólo que... Es un chico tan misterioso... Quiero estar a su lado, para intentar sacar lo bueno de él, porque estoy segura de que él...

-Ya estoy aquí.

La voz imponente de Shadow hizo callar con rapidez la de Honey, quién se puso a temblar de un momento a otro en cuestión de segundos. Aunque Marine en lugar de ponerse nerviosa, una mueca de repugnancia hacia el erizo apareció en su cara, la cual fue respondida con una mirada fría de éste y otra de enojo de su compañera.

-Bueno, ¿y Silver y Blaze dónde están?-preguntó intentando eludir las miradas.

-¿Tengo pinta de saberlo?-contestó dejando la madera en el suelo.

-¿Tienes pinta de saber algo?-le burló.

-Sí, que si sigues hablando haré que vuestro grupito de tres se vuelva de dos-dijo amenazante.

Marine resopló y caminó lejos de él. Al contrario que Honey, que se quedó en su lugar observando a Shadow. Realmente le encantaba y aún no sabía qué le causaba esos escalofríos de chica enamorada; pero eso era lo mejor de todo ¿no? Y esa es la cuestión por la que uno se enamora: no saber el por qué.

-¿Qué tal está tu pierna?

Sacudió la cabeza confusa y la levantó. Estaba frente a ella y un leve sonrojo apareció sin avisar. Y a saber cuánto tiempo estuvo pensando en sus cosas, que Shadow ya había terminado de colocar las ramas con el propósito de hacer una hoguera para la noche.
Siguió mirándola esperando una respuesta.

-Bien, bien...-tartamudeó. Shadow se agachó y la acarició, lo que hizo que la gatita se sintiese algo intimidada y avergonzada.

-Deberías sujetarla con algo-dijo aún mirándola con detenimiento.

Cogió una rama y le quitó los pequeños salientes que pudieran hacerle daño, rompiéndola un poco para ajustarla a la altura pequeña y obteniendo de ella un palo lo suficientemente resistente como para sujetar la pierna dañada y mantenerla firme. Lo mismo hizo con otra y ambas las juntó a cada lado de la extremidad.

-¿Tienes algo con lo que sujetarlos?-la miró.

-Sí, creo que sí...

Colocó las manos detrás de su cintura y desató el lazo que acompañaba su vestido, con el que la ceñía y quedaba bien marcada. Al quedar desenvuelto, el vestido también quedó suelto y tomó la apariencia de un camisón. Honey se veía inocente, y cualquier chico de su planeta que le atrajera esa gata con cualquier ropa que se pusiese, se sentiría uno de los más afortunados del universo en ese mismo momento: poder tocar su pierna, verla con ese aspecto de fragilidad, esos ojillos mirándoles con cierta inquietud y su carita de ángel, con sus mejillas rosadas y esa timidez que lucía su ser... Sencillamente adorable, y lo que más le desgarraba es que Shadow no se fijara en ella. Cualquiera se pelearía por ser él, por todas las recompensas que estaba recibiendo por no hacer nada. Sin embargo, le parecía un aspecto muy curioso y que la atraía esa dificultad que le suponía llamar su atención.

-Esto me servirá-tomó el lazo y se dispuso a sujetar las dos ramas, que quedaran firmes para la seguridad de la chica.

-Gracias...-dijo al ver que terminaba. Se sintió un poco aliviada ya que los dedos de aquel chico dejaron de rozarla, algo que la ponía realmente nerviosa.

-No ha sido nada.

Justo entonces se escucharon las voces de Silver y Blaze. Shadow se apartó y se volteó, dejándolos a la vista de Honey. Y un poco más alejada estaba Marine, encantada de ver su llegada pues no soportaba más ver al “emo” y a su mejor amiga juntos. Y más le alegró ver que traían dos buenas truchas que probablemente hayan pescado en un río cercano.

-¡Hola!-saludó Marine vivaz.

-Hola-dijo Blaze acercándose y mirando a Honey, en concreto su pierna- ¿Y eso?

-Ha sido Shadow- sonrió mirándole.

-Es sólo para que su pierna se mantenga firme, no está en condiciones de caminar.

-Ah, vale.

-Bueno, ¿hacemos la hoguera?-preguntó Silver mostrando la cena.

-¿Y cómo los habéis pescado? No tenemos cañas ¿no?-les preguntó intrigada.

-Dos palabras: poderes psíquicos- dijo Silver orgulloso elevando las truchas en el aire.

-¿Sólo os habéis traído eso? ¿No se dejaban atrapar o qué?-dijo Shadow con cierto tono de severidad.

-¿Perdona?-dijo Silver sin dar crédito.

-Eres un incompetente...-le quitó de las manos los peces y los atravesó en unos palos- Blaze, préndele fuego a la madera.

Blaze asintió y así lo hizo. El pequeño montón de madera recogida por el solitario erizo en un instante se formó en una pequeña hoguera que también serviría como cocina para las truchas. Honey se acercó como buenamente pudo y sintió el calor del fuego calentar su cuerpo, al igual que Marine y el resto. En poco tiempo la comida ya estaba lista.

-Coged la mitad cada uno y comed vosotros, yo no tengo hambre.

-¿Estás seguro? Podemos compartirlo si quieres...

-No, tú eres la que más necesita comer. Si hubieran pescado más a lo mejor comería, pero como no es así, para vosotros.

Esas palabras hicieron que Honey mirase a Silver y éste se sintiera un poco mal el comer su parte de la trucha y hacer que Shadow ayunara, a pesar de que lo odiaba con todas sus fuerzas.
Al terminar, se quedaron un tiempo alrededor de la llama del campamento, cogiendo calor para la noche.

-¿Dormiremos en el suelo?- preguntó Marine mirando a Blaze.

-Supongo que sí-respondió.

La mapache resopló algo mosqueada y luego miró a Silver. No era una noche muy animada para ninguno, y lo que hacía falta era un poco de diversión, ¿y qué mejor diversión que hacer sonrojar al erizo plateado?

-Bueno Silver, ¿qué tal has estado a solas con Blaze?

-Eh... ¿Bien?-respondió no muy seguro de a qué se refería.

-¿Bien? ¿Sólo bien?

-Sí, bien ._.

-Pues vaya, pensé que os habríais besado o algo, que habéis estado un buen rato solitos ¬¬”

Apenas decir eso hizo que Silver enrojeciera, y Marine soltó una risita mientras que Blaze le dirigía una mirada severa.

-Oh, vamos. Sólo era una bromita- dijo excusándose con una pequeña sonrisa inocente.

-Sabes que no me gustan tus bromitas ¬¬”

-Se siente- sonrió pícara.

Honey rió un poco y luego miró a Shadow. Él simplemente las miraba con la misma expresión de siempre, su absoluta e irrompible seriedad, que cada mirada suya hacía que el que fuese observado sintiera incomodidad o incluso vergüenza ajena por lo que hacía, y eso último sintió Honey, por lo que dejó de reír.

-B-Bueno... ¿Qué os apetece hacer?-dijo mirando a sus amigos, sin saber muy bien qué decir.

-¿Cómo que qué vamos a hacer? En el bosque no se puede hacer nada interesante ¬¬”

Un suspiro de resignación del erizo negro las interrumpió.

-¿Qué?

-Eres muy infantil-le dijo secamente, levantándose- Dormid, mañana volveréis a vuestra casa.

-Primero: que no soy infantil. Y segundo: que me niego a dormirme ya, es muy pronto-le miró molesta. De verdad que Shadow la sacaba de quicio.

-Como quieras.

Shadow se alejó de ellos y se apoyó contra un árbol, mirando el cielo con solemnidad.
Honey lo observaba apenada, ¿por qué era tan rudo? ¿Nunca lo vería sonreír? ¿Es que siempre iba a ser así de desagradable con todos?

-Menudo imbécil-dijo Marine empujando con un palo las ramas de la hoguera.

En ocasiones como esa, que alguien insultaba a Shadow, Silver le hubiera dado la razón. Pero ese momento fue distinto. Se quedó en silencio y lo miraba con una seriedad un poco inquietante, algo le preocupaba, y probablemente tuviera que ver con ese erizo.

-Voy a hablar con él-dijo finalmente Blaze, que había permanecido callada desde la broma de Marine. Se acercó a él.

Shadow la miró de reojo y volvió a posar su vista en el cielo.

-Hola.

No respondió.

-¿Por qué eres tan antipático?-dijo sentándose a su lado.

-¿Y eso me lo dices tú? Un poco irónico, ¿no crees?

No dijo nada sobre su comentario, sólo suspiró.

-¿No puedes intentar ser más amigable? Yo por lo menos tengo amigos.

Después de decirlo, Blaze pensó que eso había sonado bastante mal. Y no sabía si el hecho de que Shadow ni la mirara fuera por molestia o por su actitud desinteresada una vez más.

-Quiero decir...

-No me importa.

Eso le impresionó.

-No me importa nada tener o no amigos, no es algo que me afecte.

-No sé si creerlo-dijo mirándole fijamente.

-¿Qué te hace pensar que no es así?-dijo con un pequeño interés.

-Bueno, siempre nos has ayudado cuando no hemos podido por nosotros mismos. En mi opinión, de cierto modo, te importa nuestra seguridad. En otras palabras, te preocupas por nosotros.

-Lo había entendido, no hacía falta que lo repitieses con otras palabras.

-Y, bueno, aparte de eso, cuando nos conocimos, fuiste muy amigable conmigo. Sin embargo, el resto de las veces que nos hemos encontrado, siempre te has comportado como un, con perdón, emo- dijo no muy convencida por esa definición, aunque era lo que más se le acercaba.

-Pues permíteme que te diga que estás muy equivocada. En absoluto me preocupáis vosotros. El único ser que me preocupa soy yo mismo, y si protejo la ciudad es asunto mío, no tuyo.

-¿Y qué hay de lo otro?-quiso saber.

-Supongo que no me gusta ser amigable cuando estoy con otros, excepto cuando estoy contigo-dijo mirándola, algo que sorprendió mucho a Blaze-. Porque tal vez esté enamorado de ti.

Y la sorpresa de Blaze comenzó a ser mayor. ¿Qué acababa de decir? ¿Se le había declarado? ¿Shadow el erizo había hecho una indirecta de su amor hacia ella? Eso le hizo pensar. Ella... Le gustaba a Shadow, de verdad, se lo había dicho en su cara.

-Es evidente que no, baja de las nubes y deja de hacerte ilusiones conmigo.

Blaze flipó, básicamente xD

-¿En serio has creído que estaba enamorado de ti? Qué ingenua.

La joven gata pedía a gritos en su mente que la tierra le tragase. Fue la mayor humillación que había sufrido en la historia de su vida, y probablemente la única que sufrirá de tal calibre.

-B-Bueno, olvidemos tu “pequeña broma”...-decía enrojecida- ¿Por qué eras más amigable conmigo? Y ahora en serio, por favor.

Shadow chasqueó la lengua y la miró de tal forma que parecía que en sus ojos se leyera la burla que solía mostrarse en la cara de sus otros amigos, como Sonic o Knuckles, algo impropio de aquel erizo negro.

-Me parecías diferente a las demás.

-¿Diferente?-repitió, confundida.

-Sí, alguien seria, distinguida, con dignidad y la cabeza bien alta...

Blaze escuchaba esas palabras y se sentía halagada y orgullosa de sí misma.

-Pero veo que me equivoqué y sólo eres una chica más, que se sonroja con mucha facilidad, hace el tonto como el resto y pierde los estribos; además de que fantasea conmigo-la miró fijamente.

-¡C-CALLA! ¡Ha sido por tu culpa decir que tal vez estabas enamorado de mí!-gritó enfurecida y con la cara roja, ya fuera por vergüenza o por la propia ira.

Tales voces fueron escuchadas con facilidad por los otros tres acompañantes que estaban frente al fuego. Y al que más les afectó dichos gritos fueron, como no, a Silver. El erizo plateado se levantó con rapidez, se acercó y tiró del brazo de Blaze alejándola de Shadow, consumiendo su mente y sus acciones por un común ataque de celos.
El solitario erizo no hizo nada por impedirle que se llevara a la gata y se quedó en su sitio observando el cielo.
Mientras tanto, en el pequeño campamento, Silver sentó a Blaze por la fuerza en el suelo.

-¿Qué te ha dicho de estar enamorado de ti?-dijo haciendo notar su enojo por la “confesión” de Shadow.

-Silver, ha sido una confusión, tranquilízate...

-¡Pues explícate! ¡¿Qué ha querido decirte?!-agitó los brazos enrabietado.

Blaze explicó la anterior situación por la que pasó con Shadow y el terrible malentendido que hubo entre ellos. Esa aclaración de los hechos hizo que sus tres amigos suspiraran aliviados. Marine y Silver porque odiaban a Shadow, y Honey por la sencilla razón de que estaba enamorada y no soportaría la idea de que Blaze le “robara su chico”.

-Blaze, no vuelvas a cometer un error así, por favor ¬¬”

-Que sí, perdón-se disculpó avergonzada y molesta.

-Pues eso, aprende de tu error y que no vuelva a ocurrir-rió con cierta burla.

Blaze le dirigió una mirada algo irritada y se tumbó en el suelo dándole la espalda.

-Buenas noches-dijo secamente.

Marine rió otra vez y también se tumbó a su lado.

-Va, va, Blazie... No te enfades.

-No me llames Blazie- gruñó.

Volvió a reír y cerró los ojos, al igual que su mejor amiga. Silver se acostó con el propósito de descansar para el día siguiente, aunque aún un poco molesto por lo que ocurrió hace escasos minutos. Mientras tanto, Honey contemplaba el fuego perdida en sus pensamientos.
Pasados unos treinta minutos, aproximadamente, se dio cuenta de que sus amigos dormían profundamente mientras que ella tenía la cabeza en otra parte. Miró a su alrededor y le sorprendió el no ver a Shadow cerca. Se intentó poner en pie con cuidado y le buscó con la mirada. Consiguió distinguir su figura en la oscuridad y se acercó un poco inquieta, aunque curiosa, ¿por qué seguía despierto?

-Deberías estar durmiendo.

Honey se sorprendió. Estaba a su espalda e intentó ser cautelosa, pero consiguió reconocerla.

-¿Cómo has sabido que era yo?-dijo perpleja.

-Caminas con más torpeza, además de que no he dicho si eras tú o los otros, sólo que deberías estar durmiendo. Me has confirmado que eras tú ahora mismo.

-Tan frío como siempre...-pensó, a pesar de que casi nunca lo veía, ya confirmaba ese hecho.

Se atrevió a sentarse a su lado, por muy nerviosa que estuviera de tenerlo tan cerca. Shadow seguía mirando al cielo estrellado, sin prestarle atención.

-¿No... No tienes sueño?-tartamudeó sonrojada.

-No puedo dormir, por la noche es cuando más peligros hay.

Eso la desconcertó.

-¿Cómo?

-Quiero decir, por la noche dormimos, y no estamos alerta de lo que sucede- explicó.

-Pero... ¿Entonces nunca duermes?
Shadow negó, eso desconcertó aún más a Honey.

-¿No descansas nunca? ¿Cómo puedes estar así? ¡No es bueno para ti, ni para tu cuerpo!-exclamó.

Shadow la miró sin inmutarse, y eso incomodó un poco a Honey. Tal vez lo molestó con sus comentarios.

-No lo entiendes.

Honey se sorprendió una vez más y lo miró esperando una respuesta.

-El bosque es un lugar peligroso, y necesita toda mi atención si quiero seguir de una pieza.

-Pero entonces, ¿por qué vives aquí?-dijo sin comprender- ¿Qué razón hay para correr peligro?

Shadow se levantó.

-El bosque te hace más fuerte. Vives sólo con lo que te aporta la naturaleza y aprendes a sobrevivir, a coger las cosas que necesitas y no como en la ciudad, que te lo da todo. Aprendes a buscar tus propios víveres y a ser independiente, teniendo como única compañía el medio natural y tu mente para poder realizar los actos necesarios con motivo de desplazarte en busca de paz, tranquilidad y fortaleza. Sabrás apreciar cada movimiento de la persona o animal que vigilas y conocer sus intenciones; acechar a tus enemigos entre las sombras sin ser visto y comprender que en esta vida estás solo y debes arreglártelas por ti mismo, sin ayuda de nadie- permaneció unos segundos en silencio y la miró- Por eso vivo en el bosque, porque me da lo que busco y yo sólo debo saber cómo conseguirlo.

Esas palabras hicieron que Honey se asombrara. La actitud de Shadow cada vez le traía más sorpresas a la gatita de pelaje rubio, que con ello sólo conseguía impresionarla y enamorarla más y más. Qué valiente era: admitía que corría peligro allí y sin embargo se enfrentaba a todo ello sin echarse atrás. Podría parecer alguien ingenuo por hacer lo que hacía, pero, para Honey, era todo lo contrario. Era un chico interesante y muy culto. De verdad que Shadow le encantaba, y por momentos se convencía más y más.

-Vete a dormir.

-S-Sí...-asintió con un leve sonrojo en sus mejillas y volvió con Marine, quien dormía plácidamente.

Pasaron las horas y la luna acabó ocultándose en el horizonte, desapareciendo con ella las estrellas y la oscuridad de la noche. Los rayos de luz alcanzaron a Blaze y abrió los ojos lentamente, mirando a su alrededor y observando a sus amigos, pero entre ellos no vio la figura de Shadow. Se levantó y miró por los árboles. Nada. ¿Dónde podría estar a altas horas de la mañana? Caminó por el pequeño campamento, echando un vistazo por los alrededores. Pero nada, ni rastro del erizo negro.
Los pasos de Blaze consiguieron despertar a Silver, la miró frotándose los ojos, sorprendido de que estuviera levantada tan temprano.

-¿Qué haces levantada?-preguntó mientras se levantaba, aún con la mano en el ojo, con la intención de espabilarse.

-Buscaba a Shadow, no está-seguía mirando.

-Ah, ya...

-No te enfades, sólo lo busco, nada más.

Pero era inevitable. A Silver no se le quitaba de la cabeza la idea de que a Blaze le gustaba Shadow después de lo que escuchó la noche anterior, además de que lo estaba buscando con cierta insistencia.
Apenas pasaron unos minutos y Shadow ya volvió con fruta en sus manos.

-Ah, ya estás aquí-dijo Blaze mirándolo, a lo que este contestó sólo asintiendo.

-Traigo el desayuno.

Marine y Honey despertaron y lo miraron. Marine mostró una mueca de desagrado y Honey sonrió un poco; era agradable ver a Shadow nada más despertarse.

-¿Qué traes?-preguntó Marine.

-Frutos silvestres. Son pequeñas, pero bastarán-comentó ofreciéndoles.

Cada uno cogió un pequeño grupo de frutas, hasta que no quedó ni una.

-Muchas gracias por el desayuno, Shadow- sonrió Honey dulcemente.

-Bueno, no es para tanto. Sería para darle las gracias unas tostadas, o dulces... O quizá...

Una mirada asesina de Honey hizo callar a Marine.

-Quiero decir... Gracias-dijo nerviosa.

-De nada-contestó Shadow con cierto tono de burla.

Blaze rió un poco, aunque paró por una mirada molesta de Marine.

-Hoy volveréis a casa.

-Al fin ¬¬”

Shadow le dirigió una mirada severa a Silver, y sin decir nada se acercó a Honey. Ésta enrojeció levemente, y con timidez preguntó:

-¿Ocurre algo?

-¿Puedes caminar?

-Oh, eso... Supongo ^^”

-¿Supones? -repitió con poca convicción en las palabras de la joven gata.

-Sí, sí... Podré caminar un poquito. No creo que esté muy lejos ¿no?-sonrió intentando parecer tranquila.

-Ya.

No le dejó decir nada más y la cargó. Honey miró a Shadow sonrojada y sin comprender que acababa de suceder. Éste sólo la miró a los ojos y con ello pudo comprender qué estaba pensando.

-Es evidente que no vas a poder seguir caminando. Además, así tu pie mejorará-respondió a su pregunta no formulada.

-A-Ah... G-Gracias- musitó ruborizada.

Blaze, Marine y Silver iban por detrás de ellos, observándolos.

-Honey parece feliz- dijo Blaze a modo de comentario.

-Pues vaya novio se ha ido a buscar ¬¬”

-Déjala, si a ella le gusta bien.

-Espero que sea Honey la gata que le guste, porque como le guste otra...-masculló Silver apretando los puños.

Ambas amigas lo miraron sin saber qué decir, y caminaron la mar de extrañadas xD

Pasada una hora caminando por el bosque, finalmente consiguieron salir de éste. Realmente se perdieron, pero gracias al sentido de la orientación de Shadow y a su conocimiento sobre el bosque, llegaron a la casa de sus cuatro compañeros de campamento.
Justo Sonic y Tails estaban fuera, y al verlos se llevaron una grata sorpresa, parecían preocupados.

-¡Tails! ¡Sonic! -saludó Marine enérgica y se acercó a ellos apresuradas.

-¿Se puede saber dónde estabais? ¡Estábamos muy preocupados!-replicó Sonic.

Les explicaron en qué lío se habían metido y que tuvieron que pasar la noche en el bosque.

-Caray... Pero estáis bien ¿no?-preguntó Tails.

-Sí, estamos bien gracias a Shadow- contestó Blaze dirigiéndole una pequeña sonrisa a éste, sonrisa la cual a Silver no le hizo ninguna gracia.

-No fue nada.

Acto seguido, Shadow miró a Honey.

-¿Te sientes mejor? ¿Quieres que te baje ya o te llevo dentro?


-N-No... B-Bueno, como quieras...-tartamudeó nerviosa.

Entró en la casa aún cargando con ella en sus brazos. Knuckles, Rouge y Amy, que estaban en la cocina preguntándose dónde podrían estar los cuatro amigos desaparecidos, los miraron sorprendidos. El erizo no dijo nada y subió arriba, llevando a Honey al cuarto de las chicas. La tumbó en la cama y se dirigió hacia la puerta.

-Shadow, ¿cómo has sabido dónde...?

-Es un secreto-le cortó.

Honey lo miró un poco sonrojada y sonrió levemente.

-Gracias.

No dijo nada y Shadow bajó. Honey se quedó mirando al techo encantada, su “príncipe azul” la había traído hasta su cama, y se había preocupado por ella. ¿Qué más podía pedir? Todo salía realmente bien...

Pero alguien observaba la casa, y con una sonrisa maléfica dijo en un susurro:

-Volvemos a vernos, gatita...

Continuará.

Siento todo este retraso, pero he estado de exámenes finales ^^”
Aunque aquí, en España, ya es verano, por lo que tendré mucho más tiempo.
Además de que he tenido una semana extraña, pensando que esta novela ya no merecía la pena, pero me volvió la inspiración. Así que tranquilos, la novela seguirá su curso ^^

PD: Dentro de poco volverán dos personajes que sólo han salido una vez en este blog, y más tarde se descubrirán varios secretos de Blaze... En breves Silver le deberá una explicación a la gata, al igual que ella al erizo.