sábado, 22 de marzo de 2014

Cap 29


The adventure of Blaze and friends.





Conociendo Nueva York.



-¡Venga, vente a jugar!


-¡Qué no! ¡Déjame!


Los gritos de Marine y de Blaze se escuchaban por toda la casa. Desde que la pequeña mapache se reencontró con su amiga aprovechaba cada segundo de su compañía para jugar. Blaze, por el contrario, quería alejarse más de ella; estaba siendo agobiante y su insistencia por los juegos de piratas le parecía insufrible.


-¡Venga!-le tiraba de la manga.


La gata, ya harta de Marine, tiró y ésta cayó al suelo. Se llevó la mano a la cabeza en señal de dolor y la miró mal.


-Qué mala eres conmigo...


-Eres la única que se comporta así-replicó.


-¿Ya habéis parado?-dijo Honey, sacándose los dedos de los oídos. Desde muy temprano llevaba soportando la insistencia de su amiga.


-Marine, ¿por qué no te vas a jugar fuera tú sola?-dijo a modo de comentario Amy, igual de irritada que Honey.


-¡Porque quiero estar con Blaze! D:


Blaze suspiró y la apartó nuevamente, se había aferrado a su brazo. En ese momento Knuckles se acercó, aprovechando que “se habían calmado”.


-¿Por qué no os dais una vuelta por la ciudad?-sugirió.



-Ahora que lo dices, apenas la conocemos-dijo pensativa Honey.



-Pues ya está. Blaze os hace de guía y así estáis entretenidas y pasáis tiempo con ella.



-Me parece bien-dijo mirando a Blaze.



Pero ésta no opinaba lo mismo. Se quedó callada mirándolos.



-¿Ocurre algo?



-... Yo no conozco la ciudad-dijo algo avergonzada.



Quedaron de piedra. ¿Un año allí y no conocía Nueva York? ._.



-¿Cómo no la vas a conocer?-dijo Amy sorprendida.



-Pues no, no la conozco. Nunca me la habéis enseñado. Sé orientarme y tal, pero nada más ¬¬”



Facepalm de Rouge xD



-Blaze, eres un caso perdido -.-”



-Gracias-dijo sarcástica.



-Entonces alguno de nosotros os hará el tour a las tres-sugirió Sonic.



Instantáneamente, Silver levantó la mano.



-Yo me ofrezco-dijo.



-¿Tú?-dijo Honey- ¿Tú la conoces bien?



Silver asintió.



-La estudié a fondo, conozco cada uno de los datos que encierran las esculturas y los edificios de Nueva York-dijo orgulloso-. Cada calle la conozco como la palma de mi mano, sé diferenciar las casas hasta el mínimo detalle, nada se me escapa.



-Pues sí que tiene que estar aburrido-le susurró Marine a Honey, la cual rió por el comentario de su amiga.



-Eres un exagerado-dijo Tails dirigiéndose al erizo albino.



Silver vaciló.



-No lo soy-replicó.



-Lo eres, no lo conoces todo al detalle como dices-dirigió su mirada hacia las tres amigas-. Es cierto que al llegar le di una guía de viajes de Nueva York, pero no conoce todas las casas y calles tan bien, simplemente conoce un poco de historia.



-Mentiroso <.<



-Exagerado <.<



-Mi plan de impresionar a Blaze ha fallado-pensó Silver decaído(?).



-Bien, supongo que podrías acompañarnos.



Al escuchar las palabras de Blaze a Silver se le iluminó la cara xD

Tanto Blaze como Honey y Marine se levantaron y salieron fuera seguidas por Silver. Los cuatro se dirigieron a la ciudad listos para el tour.



-¿Qué vemos primero?-preguntó Marine.



-Pues hay tantas cosas, como Central Park, la Estatua de La Libertad, el edificio Empire State, la Estación Central...



-No he entendido ni papa ._.



-Que hay muchas cosas -.-”



-Aaaaah...



-Es lo más alucinante que vais a ver en vuestras vidas-decía Silver cada vez más entusiasmado.



-Bueno, ¿y a qué estamos esperando? Tengo ganas de verlo todo.



Y dicho esto, la primera parada fue Central Park.



-El parque tiene forma rectangular, y sus dimensiones son aproximadamente de 4000m x 800m



-Pues qué grande-comentó Honey.



-Y pedazo de lago-dijo Marine alucinada.



-La verdad es que es precioso-sonrió un poco Blaze, mirando toda la vegetación que rodeaba aquel parque.



-Es el segundo más grande del mundo, pero el más visitado. A decir verdad, es mi segundo lugar favorito de Nueva York.



-¿Y cuál es el primero?-preguntó Honey intrigada.



-La cama de Blaze ewe



Honey rió Silver enrojeció al escuchar el comentario de Marine xD



-¡NO! ¡En absoluto es la cama de Blaze! D////<



-¿Entonces por qué te metiste el día que cayó tan enferma?-le presionó. Silver se quedó sin respuestas y calló xD



-Porque quería darme calor corporal, ya está ¬///¬”



-P-Pasemos al siguiente lugar... -///-”



Antes de que se fuesen, Blaze le dirigió una mirada asesina a Marine, aunque ésta sólo rió.

La siguiente parada fue el edificio Empire State, y luego la Estación Central, donde se encontraban todos los trenes destinados a Nueva York o que salían desde allí. Era enorme y estaba abarrotado de personas tanto gente trabajando como turistas. Grandes pantallas citando la hora de partida de cada uno de estos vehículos ocupaban las paredes de la estación. Marine al ver la altura de dicho sitio, lanzó un silbido.



-Es enorme...-se dijo Honey.



Silver comenzó a contar la historia de la estación, y la tres amigas, aburridas, lo dejaron hablando y se fueron por su cuenta xD



-Que no se lo tome a mal, pero no me interesa la historia de estos sitios ¬¬”



-Ni a mí, pero esto ha sido un poco descortés ¿no?-dijo Honey pensativa.



-No me gusta dejarlo allí, pero tampoco me gustan esas charlas suyas -.-”



Caminaron y al momento Marine se paró y chilló emocionada:



-¡Caramelos!



Seguida de Honey, corrieron hacia la tienda. Blaze se llevó la mano a la frente pensando en lo infantiles que eran sus amigas, pero se giró al sentir que alguien le tocaba el hombro.



-Oh, hola Silver.



-Hola-dijo serio.



Blaze se puso un poco nerviosa.



-¿Estás enfadado...?



-No, en realidad me encanta que me dejéis hablando solo en la estación ¬¬”



-Ya... Perdona ^^”



-Me lo esperaba de Marine, pero tú me has decepcionado-dijo dirigiéndole una mirada severa.



-Es que no me interesa quién lo creó o por qué lo fundaron o lo que sea que hayas dicho en todo el tour-suspiró.



A Silver le ofendió el comentario.



-Y yo que me esfuerzo para culturizaros con el lugar... ¿Ahora me dices esto?



-Silver, te apuesto lo que quieras a que ninguna persona normal de Nueva York sabe todas esas cosas ni tampoco les importa-dijo desafiante.



-¿Lo que quiera?



-Lo que quieras.



El erizo no pudo evitar pensar en un beso de Blaze, es más, se sintió tentado en decírselo. Pero evidentemente calló y no dijo nada.



-Olvídalo, las apuestas no sirven para nada ¬////¬



-Como quieras, de todos modos te iba a ganar-sonrió burlona, algo que era poco común en Blaze.



Entretanto, Marine y Honey salieron de la tienda con caramelos, golosinas y snacks en las manos. La gata amarilla disfrutaba de una gran piruleta de fresa y su compañera de una bolsa de patatas fritas; ambas observaron a sus amigos juntos y la bombilla del amor de Marine se encendió.



-Uuuuh, ¿tienes un plan?-rió pícara.



-Tengo un plan-dijo orgullosa.



Mientras Silver y Blaze caminaban, Marine hizo que de una gota de agua que había a centímetros de ellos apareciese un charco manipulando el volumen de la susodicha a su antojo. Al salir de repente, ni Silver ni Blaze lo vieron. En un momento dado en el que Silver caminó hacia atrás para hablar con Blaze, resbaló, haciendo caer a ésta sobre él.





-E-Eh...



-P-Perdona, me he tropezado y...



Sin decir nada más, Blaze se levantó. Y justo entonces escuchó las risas de Marine y Honey. Cerró los puños con fuerza y apretó los dientes, les dirigió una mirada asesina y ambas, al notar considerable enfado, callaron al momento. Silver también se levantó y se sacudió sus piernas mojadas por el charco.



-Vámonos-dijo Blaze seria hacia la salida.



Los tres la siguieron y la siguiente parada fue... ¡Ta dá, la Estatua de La Libertad! (?)

Nada más llegar, los cuatro miraron hacia arriba asombrados, hasta Silver, que la había visto millones de veces y seguía impresionándole aquella obra de arte, una de las más conocidas en toda la Tierra.



-Es... Es...



-¿Preciosa?



-Gigantesca. Es gigantesca.



-Eso también-rió Silver.



-¿Y este pedazo de monumento?-dijo Marine sin apartarle la vista, como si esperase que en algún instante fuera a tener vida propia.



-Es la Estatua de La Libertad, el emblema de Nueva York.



-¿Y cómo entramos? Porque se puede visitar ¿no?



-Ah, con que esto os interesa ¿eh? Pues es el único lugar inaccesible. Os aguantáis-dijo burlón.



-¡No! ¡Yo quiero entrar! D:



-¡Y yo, se ve genial! D:



-Estarás de broma, yo también quiero entrar >_>



Silver rió.



-Pues claro que se puede, pero hay que alquilar una barca, no sé si os habéis dado cuenta pero está en una isla.



Y dicho esto, fue a por la barca. Al poco tiempo, con sus poderes psíquicos, la dejó en el muelle y se subió a ella junto con sus amigas. Fueron rumbo a la estatua y se adentraron en ella, encontrándose con muchos humanos admirando la estructura de dicha escultura; la mayoría ni siquiera eran neoyorkinos.



-De todos los sitios, este es el que tiene más gente-decía Marine mirando a su alrededor.



-Supongo que no querréis escuchar la historia de la estatua ¿no?-dijo mirándolas.



Y las tres negaron xD



-Os podéis ir-suspiró un poco decepcionado.



Marine y Honey caminaron por su cuenta, mientra que Silver fue al mirador que había en la corona de dicha estatua. Blaze se acercó a él.



-Menudas vistas-silbó impresionada.



-¿Verdad? Yo diría que se puede ver la ciudad desde aquí-rió un poco.



Blaze también rió.



-¿Por qué te gusta tanto esta estatua?-le preguntó mirándole.



-¿No lo adivinas?



-Pues... ¿Por las vistas?-dijo insegura. Silver no pudo evitar dejar soltar una pequeña carcajada y eso le confirmó que se equivocó.



-No, no es sólo por las vistas.



-Bueno, ¿y a qué esperas para contármelo?



Silver asintió y se cruzó de brazos pensativo, mirando hacia arriba como si fuera a encontrar la respuesta a su pregunta en el techo. Se acarició la barbilla y cerró los ojos por unos segundos.



-A ver... Recuerdo que fue cuando llegué al planeta...



La menté de Silver retrocedió dos años atrás, en verano.



-No quiero entrar en detalles, pero fue al caer la noche. Me sentía solo y paseaba por las calles confuso y melancólico, pensando de dónde narices había salido este planeta con gente tan extraña y cuándo podría volver a ver a mi familia-se pausó un segundo y miró a su amiga, que lo miraba con interés-. Acabé caminando hasta el puerto, sin rumbo fijo, y de pronto vi a lo lejos una figura de una mujer sujetando una antorcha. A decir verdad, me sorprendió bastante, y me acerqué volando hacia ella. Unos focos la iluminaban y quedé impresionado, con sólo echar un pequeño vistazo imponía su presencia.



-La verdad es que sí-opinó Blaze.



-Pues bien, me elevé hasta lo más alto y me senté sobre la corona. Y nunca se me olvidará lo que vi aquel día-al decir esto una pequeña sonrisa se formó en su rostro-: una ciudad en medio de un río que parecía el mar, que los edificios parecían piezas de juguetes que te cabrían en la mano. Fue algo que nunca antes había visto y me encantó poder presenciarlo. Quise conocer el nombre de esta obra de arte y bajé para buscar un cartel o algo por el estilo, y entonces la vi: Estatua de la Libertad, isla de la Libertad.



Blaze quedó atónita, contaba aquello con tanto detalle que por un momento le pareció sentir lo que sintió Silver, que la emoción de su amigo fue transmitida a ella. Y cerró los ojos, imaginándose el momento. Realmente le gustó y mostró una pequeña sonrisa.



-Precioso-dijo.



-La verdad es que sí, es como el nombre perfecto para ella, y cada vez que vengo me siento mejor.



-No me importaría pasar un día aquí contigo-le miró.



-Cuando tú quieras-sonrió.



Blaze se acercó a él, aún sonriendo. Le alegraba que Silver le hablara de sus sentimientos, que confiase en ella.



-Hey, ¿qué hacéis aquí marginados?



Ambos se giraron y se encontraron con Marine y Honey.



-¡Marine, que a lo mejor iban a besarse!-dijo la gata regañando a su amiga.



-¡Oh no! ¡Seguid a lo vuestro, nosotras nos vamos y como si no hubiera pasado nada!-dijo apurada, deseaba con todas sus fuerzas que se besaran xD



-No nos íbamos a besar-dijo Blaze con un leve rubor en las mejillas, mirándolas con seriedad.



Silver rió un poco nervioso. Y antes de que Marine pudiese decir lo contrario, se sintieron temblores en el suelo, como pequeños terremotos.



-¿Qué está pasando?-dijo Blaze intentando mantener el equilibrio.



Los cuatros se asomaron al mirador, y, para su desgracia, vieron a Eggman en uno de sus robots.



-Genial, el bigotudo-dijo Marine sarcástica.



-Vaya, si son la parejita y las otras dos que me caen tan mal-dijo el doctor con una mueca de desagrado en la cara.



-Tú a nosotras tampoco nos agradas-le contestó Honey.



-¿Qué quieres Eggman?



-Lo de siempre, las esmeraldas.



-¿Te crees que las llevamos siempre encima? ¡Por supuesto que no!-gritó Blaze irritada. La insistencia de Eggman en conseguir las esmeraldas empezaba a ser algo tedioso.



-¡Pues id a por ellas y traédmelas!-le gritó.



-¡Jamás!



-Bien, tú lo has querido.



Dicho esto, tomó los controles de su nuevo “juguete” y las movió. El brazo derecho de la máquina se elevó y le dio un puñetazo a la estatua. Comenzó a temblar y varios escombros cayeron. Los turistas gritaron asustados e intentaron salir lo más rápido que pudieron.



-¡Para!-gritó Silver hecho una furia.



-Dadme las esmeraldas o la estatua acabará hecha añicos-sonrió con malicia.



Silver apretó los dientes y se elevó frente a él. Levantó los brazos y el robot fue rodeado por un aura azul. Eggman intentó controlar al dicho artefacto, pero Silver no cedió y lo dejó inmovilizado.



-¡Salid de aquí!-les dijo a las tres chicas, las cuales asintieron y fueron hacia la salida.



Pero en el camino, se derrumbaron algunas paredes, y Honey, que iba la más encaminada, cayeron sobre ella.



-¡Honey!-gritaron.



Honey gimió del dolor.

Mientras tantos, afuera Silver intentaba retener un poco más a Eggman, aunque éste seguía tomar el control de su robot. Silver escuchó cómo caían más paredes y no pudo evitar voltearse para ver el estado de la estatua. Aprovechando ese momento de distracción, Eggman se desató del poder psiquíco que lo mantenía preso, levantó el brazo derecho de nuevo y se dirigió hacia éste con la intención de golpearle. El erizo se volteó y quedó inmóvil ante la sorpresa de que el doctor se hubiera librado de él.



-¡Flechas caos!


En un instante, el brazo que iba a golpear a Silver fue atravesado por dichas flechas y quedó prácticamente inútil. Silver ladeó la cabeza y vio a Shadow en el suelo.



Continuará.


Cuánto tiempo sin escribir, pero fin del capítulo 29 xD
Espero que os haya gustado, y aunque me ha quedado corto en comparación con los demás, es porque el siguiente me interesa mucho más que este. Además, cuando lo tenía casi terminado en el otro ordenador, era todo Wikipedia, os habéis librado de un buen montón de texto que a nadie le importa xD