The
adventures of Blaze and friends
Bosque,
el hogar de los fuertes
Después
de lanzarle aquel ataque a Eggman, Shadow entró junto con Silver y
se encontraron a las tres chicas en el suelo.
-¿Estáis
bien?- preguntó.
-Honey
no... Parte del derrumbamiento ha caído sobre su pierna- respondió
Blaze.
-Ya
veo...
-Puedo
intentar moverla... Si nos quedamos aquí Eggman destruirá la
estatua...
-¡Pero
si te mueves podrías rompértela!- exclamó Marine.
Silver
caminó hacia ella y la cargó.
-Si
nos quedamos aquí destruirá la estatua y nos matará. Y si tú no
puedes moverte te cargaré yo-le dijo.
-Será
lo mejor. Ahora haced una cadena y agarráos a mí.
Obedecieron
y Blaze le agarró de la mano, Marine la de ésta y tomó el brazo de
Silver. Shadow hizo el Chaos Control y volvieron a la ciudad, aunque
seguidos por Eggman.
-Vaya,
vaya, vaya, si se dignaron a salir...-Dijo Eggman con una pequeña
sonrisa burlona.
-¡Déjanos
en paz!-gritó Marine enojada.
-¿Y
si no quiero? ¿Qué me va a hacer una pequeñaja como tú?
Acto
seguido Eggman soltó una carcajada. Marine le dirigió una mirada
asesina y le lanzó un torrente de agua a la cara(como un Kamehameha
pero con agua(?)). Eggman quedó empapado.
-¡Mira
lo que te hizo la pequeñaja! >D
-¡MARINE!
¡¿Estás loca?!-gritó Blaze exaltada.
-¡Ha
empezado él!-protestó.
Mientras,
Eggman permanecía en silencio mirando hacia abajo.
-Así
que te gusta jugar ¿eh?
Todos
lo miraron y Shadow se temía lo peor. Eggman tecleó con rapidez y a
los pocos segundos, el robot en el que iba montado se transformó en
uno más pequeño, pero que no por ello parecía más inútil..
-¡Pues
vamos a jugar!-gritó a los cuatro vientos como el loco obeso que
es(?).
Comenzó
lanzando misiles contra ellos, los cuáles eran difícil de esquivar.
Más aún a Silver puesto que cargaba a Honey.
-¡A
este paso se carga la ciudad!-gritó Marine.
El
robot de Eggman levantó la pierna con la intención de aplastarla.
Al haber tantos misiles y poco tiempo para esquivarlos, Marine ni se
percató de las intenciones de éste. Blaze corrió hacia ella y la
cogió poniéndola a salvo del pie de aquel invento del doctor.
-Por
poco...
-Sí,
gracias-jadeó asustada.
-¡De
eso te has conseguido salvar, pero aún me quedan muchos juguetes
más!-rió.
Marine
y Blaze retrocedieron. Silver no podía soltar a Honey y luchar, así
que Shadow caminó al frente.
-Echaros
a un lado-dijo sin quitarle la vista de encima a Eggman.
Sacó
su esmeralda y comenzó a brillar.
-Chaos...
Antes
de poder ejecutar el Chaos Blast, Eggman se apresuró y golpeó a
Shadow lanzándolo contra el asfalto de un puñetazo, haciendo que la
esmeralda volara por los aires.
-¡Shadow!-gritó
Honey.
Blaze
corrió hacia él.
-Shadow,
¿estás bien?- se agachó preocupada.
-Sí,
estoy bien... ¿Y la esmeralda?- dijo mirando a su alrededor.
-¿Qué
importa la esmeralda ahora? ¡Tenemos que irnos de aquí o nos va a
matar!
Blaze
tiró de su brazo y lo ayudó a levantarse, colocándolo alrededor
de sus hombros. Silver no pudo evitar sentirse celoso, en ese momento
deseó ser él el que hubiese sido golpeado por Eggman.
-Será
mejor que nos vayamos.
Los
levantó a todos en el aire y se elevaron hasta volar por encima de
los edificios, alejándose de la ciudad. Naturalmente, Eggman los
siguió. Y por alguna extraña razón aún desconocida, Blaze
apretaba los puños con fuerza, por lo que Shadow la miró extrañado.
Finalmente
llegaron al bosque, haciendo que Eggman les perdiese el rastro y
volviera a su base. Silver aterrizó con suavidad.
-Estoy
agotado...-Dejó a Honey bajo un árbol y se tumbó sobre la hierba.
-Normal,
ha sido un largo camino cargando con nosotros.
-Y
me has cogido todo el tiempo...
-Tendremos
que pasar la noche aquí-suspiró Blaze.
-¿En
el bosque? O.o
-Sí,
en el bosque. Honey no puede caminar, Silver está agotado y Shadow
también debería descansar.
-¿Y
qué pasa con la técnica esa de Shadow? ¿No nos puede llevar de
vuelta a casa?-preguntó Marine.
-Se
llama Chaos Control, y si cierta gata me hubiese dejado cogerla
cuando se me cayó, ahora mismo estaríais en vuestra casa y no en el
bosque-miró a Blaze.
Y
todos los demás también la miraron.
-¿Qué?
¡Lo hice para ayudarle!
-No
te la pedí.
-Te
podría haber matado-frunció el ceño.
-¡Pues
por eso debería haberle dejado! D<
Exceptuando
a Silver, todos miraron mal a Marine xD
-Vale
vale, ya me callo ¬¬"
-Entonces
habrá que hacer un campamento-dijo Honey.
Se
apoyó en el tronco del árbol e intentó levantarse, pero
inmediatamente Shadow la sentó en el suelo.
-No
deberías hacer esfuerzos o tu piernas irá a peor.
Honey
le miró sonrojada.
-Ya
monto yo el campamento, tú descansa.
-V-Vale...
Marine
se puso entre ellos dos.
-¡Bueno
bueno bueno! ¡Daros prisa y montad el campamento, ya me quedo yo
cuidando de Honey!
Shadow
las miró y se levantó.
-Traeré
madera-dijo, alejándose.
-Silver
y yo nos encargaremos de traer algo de comida.
Ambos
se fueron y dejaron a las dos amigas a solas.
-Aguafiestas,
lo has hecho a propósito ¬¬"
-Me
declaro culpable-sonrió burlona.
Mientras
Marine y Honey discutían sobre el amor de ésta última hacia
Shadow, Silver y Blaze caminaban buscando víveres.
-¿Qué
comida habrá en el bosque?-preguntó Silver mirando a su alrededor.
-Frutas
silvestres, setas... Y si hay agua cerca de aquí, probablemente
pescado-aclaró Blaze.
-Supongo.
Blaze
pudo escuchar el crujir de la madera por encima de sus cabezas y miró
hacia arriba. Shadow estaba en lo alto de un árbol, quitándole las
ramas.
-¿Necesitas
ayuda?
Shadow
bajó la mirada y descendió con un montón de ramas en sus manos.
-¿Te
parece que la necesite?
-Bueno,
ya no, es evidente...
-Pues
eso, encargaros de vuestro trabajo.
Sin
nada más que decir, Shadow se fue. Silver le miró molesto y tomó
la mano de Blaze.
-Vamos
Blaze.
Ésta
le miró un poco sorprendida y caminaron.
-Silver,
¿puedo preguntarte algo?
-Claro,
di.
-¿Por
qué te cae tan mal Shadow?
Silver
se paró. No podía decirle toda la verdad, ya que parte de ella es
que estaba celoso de que Blaze le "fascinase" Shadow.
-¿Y
bien?
-Bueno...
No es un tipo simpático. Es muy frío, un chulo y nos llama a todos
incompetentes-dijo frunciendo el ceño.
-Vamos,
no es tan malo-intentó calmarlo.
Silver
la miró.
-¿Y
a ti por qué te cae tan bien?-quiso saber Silver- Estás siempre que
si Shadow esto o Shadow lo otro, que si es muy fuerte y puede
ayudarnos porque es perfecto y blah blah blah...
-Yo
nunca he dicho que sea perfecto-objetó Blaze.
-Da
igual, el resto sí lo dices ¬¬
-Silver,
hay que admitir que Shadow es muy fuerte y sabe lo que se hace. Pero
no me cae tan bien como crees, es alguien muy solitario y un poco...
-¿Irritante?
¿Presumido? ¿Molesto?
-No
¬¬"... Siniestro.
-Los
otros adjetivos también valían.
-Lo
que tú digas, pero es cierto.
-¿Y
por qué dices eso?-preguntó intrigado.
-No
sé si a ti te lo dijo, pero me contó que nos espía todo el tiempo.
-Ah,
sí.
-¿No
te inquieta que esté espiándonos a todas horas, mientras dormimos,
comemos o hacemos lo que tengamos que hacer?
Silver
tragó saliva, nunca lo había pensado.
-¿Podría
conocer todos nuestros secretos...?
Blaze
asintió, y eso hizo que Silver se pusiera más nervioso. Entonces
recordó lo que Shadow le dijo tiempo atrás.
-Con
que a eso te referías...-pensó.
-Silver.
Silver
volvió a dirigir su atención en Blaze.
-¿Estás
bien?
-Sí,
sí... Perfectamente.
-Bien,
pues sigamos buscando la comida-continuó caminando y Silver la
siguió aún sumergido en sus pensamientos.
Mientras
tanto, las dos amigas seguían charlando en el lugar donde iba a ser
montado el campamento.
-Sigo
sin entender por qué te gusta...
-No
sabría decirte, ni yo misma lo sé. Es sólo que... Es un chico tan
misterioso... Quiero estar a su lado, para intentar sacar lo bueno de
él, porque estoy segura de que él...
-Ya
estoy aquí.
La
voz imponente de Shadow hizo callar con rapidez la de Honey, quién
se puso a temblar de un momento a otro en cuestión de segundos.
Aunque Marine en lugar de ponerse nerviosa, una mueca de repugnancia
hacia el erizo apareció en su cara, la cual fue respondida con una
mirada fría de éste y otra de enojo de su compañera.
-Bueno,
¿y Silver y Blaze dónde están?-preguntó intentando eludir las
miradas.
-¿Tengo
pinta de saberlo?-contestó dejando la madera en el suelo.
-¿Tienes
pinta de saber algo?-le burló.
-Sí,
que si sigues hablando haré que vuestro grupito de tres se vuelva de
dos-dijo amenazante.
Marine
resopló y caminó lejos de él. Al contrario que Honey, que se quedó
en su lugar observando a Shadow. Realmente le encantaba y aún no
sabía qué le causaba esos escalofríos de chica enamorada; pero eso
era lo mejor de todo ¿no? Y esa es la cuestión por la que uno se
enamora: no saber el por qué.
-¿Qué
tal está tu pierna?
Sacudió
la cabeza confusa y la levantó. Estaba frente a ella y un leve
sonrojo apareció sin avisar. Y a saber cuánto tiempo estuvo
pensando en sus cosas, que Shadow ya había terminado de colocar las
ramas con el propósito de hacer una hoguera para la noche.
Siguió
mirándola esperando una respuesta.
-Bien,
bien...-tartamudeó. Shadow se agachó y la acarició, lo que hizo
que la gatita se sintiese algo intimidada y avergonzada.
-Deberías
sujetarla con algo-dijo aún mirándola con detenimiento.
Cogió
una rama y le quitó los pequeños salientes que pudieran hacerle
daño, rompiéndola un poco para ajustarla a la altura pequeña y
obteniendo de ella un palo lo suficientemente resistente como para
sujetar la pierna dañada y mantenerla firme. Lo mismo hizo con otra
y ambas las juntó a cada lado de la extremidad.
-¿Tienes
algo con lo que sujetarlos?-la miró.
-Sí,
creo que sí...
Colocó
las manos detrás de su cintura y desató el lazo que acompañaba su
vestido, con el que la ceñía y quedaba bien marcada. Al quedar
desenvuelto, el vestido también quedó suelto y tomó la apariencia
de un camisón. Honey se veía inocente, y cualquier chico de su
planeta que le atrajera esa gata con cualquier ropa que se pusiese,
se sentiría uno de los más afortunados del universo en ese mismo
momento: poder tocar su pierna, verla con ese aspecto de fragilidad,
esos ojillos mirándoles con cierta inquietud y su carita de ángel,
con sus mejillas rosadas y esa timidez que lucía su ser...
Sencillamente adorable, y lo que más le desgarraba es que Shadow no
se fijara en ella. Cualquiera se pelearía por ser él, por todas las
recompensas que estaba recibiendo por no hacer nada. Sin embargo, le
parecía un aspecto muy curioso y que la atraía esa dificultad que
le suponía llamar su atención.
-Esto
me servirá-tomó el lazo y se dispuso a sujetar las dos ramas, que
quedaran firmes para la seguridad de la chica.
-Gracias...-dijo
al ver que terminaba. Se sintió un poco aliviada ya que los dedos de
aquel chico dejaron de rozarla, algo que la ponía realmente
nerviosa.
-No
ha sido nada.
Justo
entonces se escucharon las voces de Silver y Blaze. Shadow se apartó
y se volteó, dejándolos a la vista de Honey. Y un poco más alejada
estaba Marine, encantada de ver su llegada pues no soportaba más ver
al “emo” y a su mejor amiga juntos. Y más le alegró ver que
traían dos buenas truchas que probablemente hayan pescado en un río
cercano.
-¡Hola!-saludó
Marine vivaz.
-Hola-dijo
Blaze acercándose y mirando a Honey, en concreto su pierna- ¿Y eso?
-Ha
sido Shadow- sonrió mirándole.
-Es
sólo para que su pierna se mantenga firme, no está en condiciones
de caminar.
-Ah,
vale.
-Bueno,
¿hacemos la hoguera?-preguntó Silver mostrando la cena.
-¿Y
cómo los habéis pescado? No tenemos cañas ¿no?-les preguntó
intrigada.
-Dos
palabras: poderes psíquicos- dijo Silver orgulloso elevando las
truchas en el aire.
-¿Sólo
os habéis traído eso? ¿No se dejaban atrapar o qué?-dijo Shadow
con cierto tono de severidad.
-¿Perdona?-dijo
Silver sin dar crédito.
-Eres
un incompetente...-le quitó de las manos los peces y los atravesó
en unos palos- Blaze, préndele fuego a la madera.
Blaze
asintió y así lo hizo. El pequeño montón de madera recogida por
el solitario erizo en un instante se formó en una pequeña hoguera
que también serviría como cocina para las truchas. Honey se acercó
como buenamente pudo y sintió el calor del fuego calentar su cuerpo,
al igual que Marine y el resto. En poco tiempo la comida ya estaba
lista.
-Coged
la mitad cada uno y comed vosotros, yo no tengo hambre.
-¿Estás
seguro? Podemos compartirlo si quieres...
-No,
tú eres la que más necesita comer. Si hubieran pescado más a lo
mejor comería, pero como no es así, para vosotros.
Esas
palabras hicieron que Honey mirase a Silver y éste se sintiera un
poco mal el comer su parte de la trucha y hacer que Shadow ayunara, a
pesar de que lo odiaba con todas sus fuerzas.
Al
terminar, se quedaron un tiempo alrededor de la llama del campamento,
cogiendo calor para la noche.
-¿Dormiremos
en el suelo?- preguntó Marine mirando a Blaze.
-Supongo
que sí-respondió.
La
mapache resopló algo mosqueada y luego miró a Silver. No era una
noche muy animada para ninguno, y lo que hacía falta era un poco de
diversión, ¿y qué mejor diversión que hacer sonrojar al erizo
plateado?
-Bueno
Silver, ¿qué tal has estado a solas con Blaze?
-Eh...
¿Bien?-respondió no muy seguro de a qué se refería.
-¿Bien?
¿Sólo bien?
-Sí,
bien ._.
-Pues
vaya, pensé que os habríais besado o algo, que habéis estado un
buen rato solitos ¬¬”
Apenas
decir eso hizo que Silver enrojeciera, y Marine soltó una risita
mientras que Blaze le dirigía una mirada severa.
-Oh,
vamos. Sólo era una bromita- dijo excusándose con una pequeña
sonrisa inocente.
-Sabes
que no me gustan tus bromitas ¬¬”
-Se
siente- sonrió pícara.
Honey
rió un poco y luego miró a Shadow. Él simplemente las miraba con
la misma expresión de siempre, su absoluta e irrompible seriedad,
que cada mirada suya hacía que el que fuese observado sintiera
incomodidad o incluso vergüenza ajena por lo que hacía, y eso
último sintió Honey, por lo que dejó de reír.
-B-Bueno...
¿Qué os apetece hacer?-dijo mirando a sus amigos, sin saber muy
bien qué decir.
-¿Cómo
que qué vamos a hacer? En el bosque no se puede hacer nada
interesante ¬¬”
Un
suspiro de resignación del erizo negro las interrumpió.
-¿Qué?
-Eres
muy infantil-le dijo secamente, levantándose- Dormid, mañana
volveréis a vuestra casa.
-Primero:
que no soy infantil. Y segundo: que me niego a dormirme ya, es muy
pronto-le miró molesta. De verdad que Shadow la sacaba de quicio.
-Como
quieras.
Shadow
se alejó de ellos y se apoyó contra un árbol, mirando el cielo con
solemnidad.
Honey
lo observaba apenada, ¿por qué era tan rudo? ¿Nunca lo vería
sonreír? ¿Es que siempre iba a ser así de desagradable con todos?
-Menudo
imbécil-dijo Marine empujando con un palo las ramas de la hoguera.
En
ocasiones como esa, que alguien insultaba a Shadow, Silver le hubiera
dado la razón. Pero ese momento fue distinto. Se quedó en silencio
y lo miraba con una seriedad un poco inquietante, algo le preocupaba,
y probablemente tuviera que ver con ese erizo.
-Voy
a hablar con él-dijo finalmente Blaze, que había permanecido
callada desde la broma de Marine. Se acercó a él.
Shadow
la miró de reojo y volvió a posar su vista en el cielo.
-Hola.
No
respondió.
-¿Por
qué eres tan antipático?-dijo sentándose a su lado.
-¿Y
eso me lo dices tú? Un poco irónico, ¿no crees?
No
dijo nada sobre su comentario, sólo suspiró.
-¿No
puedes intentar ser más amigable? Yo por lo menos tengo amigos.
Después
de decirlo, Blaze pensó que eso había sonado bastante mal. Y no
sabía si el hecho de que Shadow ni la mirara fuera por molestia o
por su actitud desinteresada una vez más.
-Quiero
decir...
-No
me importa.
Eso
le impresionó.
-No
me importa nada tener o no amigos, no es algo que me afecte.
-No
sé si creerlo-dijo mirándole fijamente.
-¿Qué
te hace pensar que no es así?-dijo con un pequeño interés.
-Bueno,
siempre nos has ayudado cuando no hemos podido por nosotros mismos.
En mi opinión, de cierto modo, te importa nuestra seguridad. En
otras palabras, te preocupas por nosotros.
-Lo
había entendido, no hacía falta que lo repitieses con otras
palabras.
-Y,
bueno, aparte de eso, cuando nos conocimos, fuiste muy amigable
conmigo. Sin embargo, el resto de las veces que nos hemos encontrado,
siempre te has comportado como un, con perdón, emo- dijo no muy
convencida por esa definición, aunque era lo que más se le
acercaba.
-Pues
permíteme que te diga que estás muy equivocada. En absoluto me
preocupáis vosotros. El único ser que me preocupa soy yo mismo, y
si protejo la ciudad es asunto mío, no tuyo.
-¿Y
qué hay de lo otro?-quiso saber.
-Supongo
que no me gusta ser amigable cuando estoy con otros, excepto cuando
estoy contigo-dijo mirándola, algo que sorprendió mucho a Blaze-.
Porque tal vez esté enamorado de ti.
Y
la sorpresa de Blaze comenzó a ser mayor. ¿Qué acababa de decir?
¿Se le había declarado? ¿Shadow el erizo había hecho una
indirecta de su amor hacia ella? Eso le hizo pensar. Ella... Le
gustaba a Shadow, de verdad, se lo había dicho en su cara.
-Es
evidente que no, baja de las nubes y deja de hacerte ilusiones
conmigo.
Blaze
flipó, básicamente xD
-¿En
serio has creído que estaba enamorado de ti? Qué ingenua.
La
joven gata pedía a gritos en su mente que la tierra le tragase. Fue
la mayor humillación que había sufrido en la historia de su vida, y
probablemente la única que sufrirá de tal calibre.
-B-Bueno,
olvidemos tu “pequeña broma”...-decía enrojecida- ¿Por qué
eras más amigable conmigo? Y ahora en serio, por favor.
Shadow
chasqueó la lengua y la miró de tal forma que parecía que en sus
ojos se leyera la burla que solía mostrarse en la cara de sus otros
amigos, como Sonic o Knuckles, algo impropio de aquel erizo negro.
-Me
parecías diferente a las demás.
-¿Diferente?-repitió,
confundida.
-Sí,
alguien seria, distinguida, con dignidad y la cabeza bien alta...
Blaze
escuchaba esas palabras y se sentía halagada y orgullosa de sí
misma.
-Pero
veo que me equivoqué y sólo eres una chica más, que se sonroja con
mucha facilidad, hace el tonto como el resto y pierde los estribos;
además de que fantasea conmigo-la miró fijamente.
-¡C-CALLA!
¡Ha sido por tu culpa decir que tal vez estabas enamorado de
mí!-gritó enfurecida y con la cara roja, ya fuera por vergüenza o
por la propia ira.
Tales
voces fueron escuchadas con facilidad por los otros tres acompañantes
que estaban frente al fuego. Y al que más les afectó dichos gritos
fueron, como no, a Silver. El erizo plateado se levantó con rapidez,
se acercó y tiró del brazo de Blaze alejándola de Shadow,
consumiendo su mente y sus acciones por un común ataque de celos.
El
solitario erizo no hizo nada por impedirle que se llevara a la gata y
se quedó en su sitio observando el cielo.
Mientras
tanto, en el pequeño campamento, Silver sentó a Blaze por la fuerza
en el suelo.
-¿Qué
te ha dicho de estar enamorado de ti?-dijo haciendo notar su enojo
por la “confesión” de Shadow.
-Silver,
ha sido una confusión, tranquilízate...
-¡Pues
explícate! ¡¿Qué ha querido decirte?!-agitó los brazos
enrabietado.
Blaze
explicó la anterior situación por la que pasó con Shadow y el
terrible malentendido que hubo entre ellos. Esa aclaración de los
hechos hizo que sus tres amigos suspiraran aliviados. Marine y Silver
porque odiaban a Shadow, y Honey por la sencilla razón de que estaba
enamorada y no soportaría la idea de que Blaze le “robara su
chico”.
-Blaze,
no vuelvas a cometer un error así, por favor ¬¬”
-Que
sí, perdón-se disculpó avergonzada y molesta.
-Pues
eso, aprende de tu error y que no vuelva a ocurrir-rió con cierta
burla.
Blaze
le dirigió una mirada algo irritada y se tumbó en el suelo dándole
la espalda.
-Buenas
noches-dijo secamente.
Marine
rió otra vez y también se tumbó a su lado.
-Va,
va, Blazie... No te enfades.
-No
me llames Blazie- gruñó.
Volvió
a reír y cerró los ojos, al igual que su mejor amiga. Silver se
acostó con el propósito de descansar para el día siguiente, aunque
aún un poco molesto por lo que ocurrió hace escasos minutos.
Mientras tanto, Honey contemplaba el fuego perdida en sus
pensamientos.
Pasados
unos treinta minutos, aproximadamente, se dio cuenta de que sus
amigos dormían profundamente mientras que ella tenía la cabeza en
otra parte. Miró a su alrededor y le sorprendió el no ver a Shadow
cerca. Se intentó poner en pie con cuidado y le buscó con la
mirada. Consiguió distinguir su figura en la oscuridad y se acercó
un poco inquieta, aunque curiosa, ¿por qué seguía despierto?
-Deberías
estar durmiendo.
Honey
se sorprendió. Estaba a su espalda e intentó ser cautelosa, pero
consiguió reconocerla.
-¿Cómo
has sabido que era yo?-dijo perpleja.
-Caminas
con más torpeza, además de que no he dicho si eras tú o los otros,
sólo que deberías estar durmiendo. Me has confirmado que eras tú
ahora mismo.
-Tan
frío como siempre...-pensó, a pesar de que casi nunca lo veía, ya
confirmaba ese hecho.
Se
atrevió a sentarse a su lado, por muy nerviosa que estuviera de
tenerlo tan cerca. Shadow seguía mirando al cielo estrellado, sin
prestarle atención.
-¿No...
No tienes sueño?-tartamudeó sonrojada.
-No
puedo dormir, por la noche es cuando más peligros hay.
Eso
la desconcertó.
-¿Cómo?
-Quiero
decir, por la noche dormimos, y no estamos alerta de lo que sucede-
explicó.
-Pero...
¿Entonces nunca duermes?
Shadow negó, eso desconcertó aún más a Honey.
Shadow negó, eso desconcertó aún más a Honey.
-¿No
descansas nunca? ¿Cómo puedes estar así? ¡No es bueno para ti, ni
para tu cuerpo!-exclamó.
Shadow
la miró sin inmutarse, y eso incomodó un poco a Honey. Tal vez lo
molestó con sus comentarios.
-No
lo entiendes.
Honey
se sorprendió una vez más y lo miró esperando una respuesta.
-El
bosque es un lugar peligroso, y necesita toda mi atención si quiero
seguir de una pieza.
-Pero
entonces, ¿por qué vives aquí?-dijo sin comprender- ¿Qué razón
hay para correr peligro?
Shadow
se levantó.
-El
bosque te hace más fuerte. Vives sólo con lo que te aporta la
naturaleza y aprendes a sobrevivir, a coger las cosas que necesitas y
no como en la ciudad, que te lo da todo. Aprendes a buscar tus
propios víveres y a ser independiente, teniendo como única compañía
el medio natural y tu mente para poder realizar los actos necesarios
con motivo de desplazarte en busca de paz, tranquilidad y fortaleza.
Sabrás apreciar cada movimiento de la persona o animal que vigilas y
conocer sus intenciones; acechar a tus enemigos entre las sombras sin
ser visto y comprender que en esta vida estás solo y debes
arreglártelas por ti mismo, sin ayuda de nadie- permaneció unos
segundos en silencio y la miró- Por eso vivo en el bosque, porque me
da lo que busco y yo sólo debo saber cómo conseguirlo.
Esas
palabras hicieron que Honey se asombrara. La actitud de Shadow cada
vez le traía más sorpresas a la gatita de pelaje rubio, que con
ello sólo conseguía impresionarla y enamorarla más y más. Qué
valiente era: admitía que corría peligro allí y sin embargo se
enfrentaba a todo ello sin echarse atrás. Podría parecer alguien
ingenuo por hacer lo que hacía, pero, para Honey, era todo lo
contrario. Era un chico interesante y muy culto. De verdad que Shadow
le encantaba, y por momentos se convencía más y más.
-Vete
a dormir.
-S-Sí...-asintió
con un leve sonrojo en sus mejillas y volvió con Marine, quien
dormía plácidamente.
Pasaron
las horas y la luna acabó ocultándose en el horizonte,
desapareciendo con ella las estrellas y la oscuridad de la noche. Los
rayos de luz alcanzaron a Blaze y abrió los ojos lentamente, mirando
a su alrededor y observando a sus amigos, pero entre ellos no vio la
figura de Shadow. Se levantó y miró por los árboles. Nada. ¿Dónde
podría estar a altas horas de la mañana? Caminó por el pequeño
campamento, echando un vistazo por los alrededores. Pero nada, ni
rastro del erizo negro.
Los
pasos de Blaze consiguieron despertar a Silver, la miró frotándose
los ojos, sorprendido de que estuviera levantada tan temprano.
-¿Qué
haces levantada?-preguntó mientras se levantaba, aún con la mano en
el ojo, con la intención de espabilarse.
-Buscaba
a Shadow, no está-seguía mirando.
-Ah,
ya...
-No
te enfades, sólo lo busco, nada más.
Pero
era inevitable. A Silver no se le quitaba de la cabeza la idea de que
a Blaze le gustaba Shadow después de lo que escuchó la noche
anterior, además de que lo estaba buscando con cierta insistencia.
Apenas
pasaron unos minutos y Shadow ya volvió con fruta en sus manos.
-Ah,
ya estás aquí-dijo Blaze mirándolo, a lo que este contestó sólo
asintiendo.
-Traigo
el desayuno.
Marine
y Honey despertaron y lo miraron. Marine mostró una mueca de
desagrado y Honey sonrió un poco; era agradable ver a Shadow nada
más despertarse.
-¿Qué
traes?-preguntó Marine.
-Frutos
silvestres. Son pequeñas, pero bastarán-comentó ofreciéndoles.
Cada
uno cogió un pequeño grupo de frutas, hasta que no quedó ni una.
-Muchas
gracias por el desayuno, Shadow- sonrió Honey dulcemente.
-Bueno,
no es para tanto. Sería para darle las gracias unas tostadas, o
dulces... O quizá...
Una
mirada asesina de Honey hizo callar a Marine.
-Quiero
decir... Gracias-dijo nerviosa.
-De
nada-contestó Shadow con cierto tono de burla.
Blaze
rió un poco, aunque paró por una mirada molesta de Marine.
-Hoy
volveréis a casa.
-Al
fin ¬¬”
Shadow
le dirigió una mirada severa a Silver, y sin decir nada se acercó a
Honey. Ésta enrojeció levemente, y con timidez preguntó:
-¿Ocurre
algo?
-¿Puedes
caminar?
-Oh,
eso... Supongo ^^”
-¿Supones?
-repitió con poca convicción en las palabras de la joven gata.
-Sí,
sí... Podré caminar un poquito. No creo que esté muy lejos
¿no?-sonrió intentando parecer tranquila.
-Ya.
No
le dejó decir nada más y la cargó. Honey miró a Shadow sonrojada
y sin comprender que acababa de suceder. Éste sólo la miró a los
ojos y con ello pudo comprender qué estaba pensando.
-Es
evidente que no vas a poder seguir caminando. Además, así tu pie
mejorará-respondió a su pregunta no formulada.
-A-Ah...
G-Gracias- musitó ruborizada.
Blaze,
Marine y Silver iban por detrás de ellos, observándolos.
-Honey
parece feliz- dijo Blaze a modo de comentario.
-Pues
vaya novio se ha ido a buscar ¬¬”
-Déjala,
si a ella le gusta bien.
-Espero
que sea Honey la gata que le guste, porque como le guste
otra...-masculló Silver apretando los puños.
Ambas
amigas lo miraron sin saber qué decir, y caminaron la mar de
extrañadas xD
Pasada
una hora caminando por el bosque, finalmente consiguieron salir de
éste. Realmente se perdieron, pero gracias al sentido de la
orientación de Shadow y a su conocimiento sobre el bosque, llegaron
a la casa de sus cuatro compañeros de campamento.
Justo
Sonic y Tails estaban fuera, y al verlos se llevaron una grata
sorpresa, parecían preocupados.
-¡Tails!
¡Sonic! -saludó Marine enérgica y se acercó a ellos apresuradas.
-¿Se
puede saber dónde estabais? ¡Estábamos muy preocupados!-replicó
Sonic.
Les
explicaron en qué lío se habían metido y que tuvieron que pasar la
noche en el bosque.
-Caray...
Pero estáis bien ¿no?-preguntó Tails.
-Sí,
estamos bien gracias a Shadow- contestó Blaze dirigiéndole una
pequeña sonrisa a éste, sonrisa la cual a Silver no le hizo ninguna
gracia.
-No
fue nada.
Acto
seguido, Shadow miró a Honey.
-¿Te
sientes mejor? ¿Quieres que te baje ya o te llevo dentro?
-N-No...
B-Bueno, como quieras...-tartamudeó nerviosa.
Entró
en la casa aún cargando con ella en sus brazos. Knuckles, Rouge y
Amy, que estaban en la cocina preguntándose dónde podrían estar
los cuatro amigos desaparecidos, los miraron sorprendidos. El erizo
no dijo nada y subió arriba, llevando a Honey al cuarto de las
chicas. La tumbó en la cama y se dirigió hacia la puerta.
-Shadow,
¿cómo has sabido dónde...?
-Es
un secreto-le cortó.
Honey
lo miró un poco sonrojada y sonrió levemente.
-Gracias.
No
dijo nada y Shadow bajó. Honey se quedó mirando al techo encantada,
su “príncipe azul” la había traído hasta su cama, y se había
preocupado por ella. ¿Qué más podía pedir? Todo salía realmente
bien...
… Pero
alguien observaba la casa, y con una sonrisa maléfica dijo en un
susurro:
-Volvemos
a vernos, gatita...
Continuará.
Siento
todo este retraso, pero he estado de exámenes finales ^^”
Aunque aquí, en España, ya es verano, por lo que tendré mucho más tiempo.
Aunque aquí, en España, ya es verano, por lo que tendré mucho más tiempo.
Además
de que he tenido una semana extraña, pensando que esta novela ya no
merecía la pena, pero me volvió la inspiración. Así que
tranquilos, la novela seguirá su curso ^^
PD:
Dentro de poco volverán dos personajes que sólo han salido una vez
en este blog, y más tarde se descubrirán varios secretos de
Blaze... En breves Silver le deberá una explicación a la gata, al
igual que ella al erizo.