The adventure of Blaze and friends
El peluche diabólico
(especial
de Halloween)
Hoy
comienza nuestra historia en la casa de Cream.
Era
una mañana fría, como cualquiera de otoño. El viento repicaba en
la ventana del cuarto de la pequeña conejita.
Ésta
aún descansaba en su cama con su dulce y tierno chao.
A
los pocos minutos se despertó junto con Cheese y dijo feliz:
-¡Sí!
¡Hoy es el día!
Cream
se levantó de un salto de la cama feliz y retiró las cortinas de su
cuarto con entusiasmo.
-¡Es
Halloween!
-¡Chew
chew!-afirmó Cheese.
La
madre de Cream, Vainilla, entró en el cuarto al escuchar el vocerío
de su hija y su pequeño amigo.
-Veo
que ya te has despertado.-dijo Vainilla con una pequeña sonrisa.
-¡Buenos
días mami!-dijo Cream esbozando una gran sonrisa.
Dicho
esto, la pequeña abrazó a su madre con fuerza junto con su chao y
le dio un beso en la mejilla, beso que le devolvió su madre.
-Vamos
a desayunar chicos.
-¡Sí!
-¡Chew!
Los
pequeños corrieron escaleras abajo deseando desayunar, seguidos por
Vainilla, ella caminaba tranquila.
Se
sentaron los tres a la mesa y comenzaron a desayunar.
-Mamá,
¿luego podemos ir a ver a Blaze para saber si quiere acompañarnos
en Halloween?-preguntó Cream mientras miraba tierna y con un tono de
esperanza a su madre.
-No
veo que haya ningún inconveniente.-le respondió Vainilla con una
gran sonrisa.
-¡Bien!-se
alegró Cream.
Cream
y Cheese se terminaron sus cereales y rápidamente se fueron a casa
de Sonic.
Fueron
por el bosque, pues era otoño como bien dije antes, y los árboles
rojizos daban un toque más “tenebroso” para la fantástica noche
de Halloween.
-¡Hola
chica!-resonó una voz por el bosque.
-¿Eh?-se
extrañó Cream.
-¿Quieres
jugar conmigo?
-¿Quién
eres...?-dijo Cream un poco asustada.
-Chew...-dijo
Cheese escondido detrás de Cream.
-¿Quieres
jugar conmigo?-repitió.
Por
la espalda de Cream se podía sentir una brisa que rezumaba maldad.
Se
dio la vuelta asustada y vio un muñeco con la forma de Tails, varias
costuras y una antena roja en su cabeza.
-¿Quieres
jugar conmigo?-le preguntó, una vez más.
-¡Oh!
¡Qué mono eres!-dijo Cream mientras se le iluminaba la cara.
-¿Entonces
quieres jugar conmigo?-dijo con voz cada vez más tierna el peluche.
-¡Por
supuesto que sí!
Cheese
se acercó a él y se alejó al instante. El peluche le miró y le
abrazó. Cheese le devolvió el abrazo, el peluche se ganó la
confianza del chao demostrándole su cariño.
-Por
cierto, ¿cómo te llamas?-le preguntó.
-¡Tails
Doll!-dijo mientras daba una pirueta en el aire.
-Guau...
Te pareces mucho a mi amigo Tails...-lo miró más de cerca.
-¡¿Tails
Prower?!-dijo Tails Doll maravillado.
-¿Le
conoces?
-¡Sí!
¡Sois muy famosos! Tú eres Cream, ¿a que sí? ¡Y él es tu fiel
chao Cheese!
-¡Exacto!
Ahora que lo pienso... Tu nombre y tu forma...-dijo pensativa.
-¡Yo
te cuento la historia!-le cortó Tails Doll. Acto seguido se aclaró
un poco la garganta.- Verás, es que sois tan famosos que una
juguetera hizo juguetes con vuestra forma, y a mí me creó a partir
de Tails. ¡Mi deseo de vivir era tan grande que los dioses me lo
concedieron instalándome esta antena en mi cabeza y dándome la
vida! Desde entonces no puedo ser más feliz. Pero la gente se asusta
al verme y no tengo amigos...-suspiró.
-¡De
eso nada, tú y yo y Cheese a partir de ahora seremos amigos! ¡Y
seguro que los demás estarán encantados!-dijo Cream con una gran
sonrisa en su rostro mientras agarraba de las manos a “su nuevo
amigo”.
-¿Lo
dices en serio?
-¡Por
supuesto que sí!
-¡Chew
chew!
-¡Viva!
¡Ya no estaré solo!-brincó de la alegría Tails Doll.
-Bueno,
¿quieres venir conmigo y con mis otros amigos?
-¡Sí!-asintió.
-¡Bien,
pues vámonos!
Los
tres emprendieron la marcha hacia la casa de Sonic.
-¡Espera,
te tengo que contar una cosa antes de ir allí Cream!-le paró Tails
Doll.
-¿Huh?
¿Qué pasa?
-Verás...
Me gustaría que fingieses que soy tu peluche... No sé como
reaccionarán tus amigos al verme y prefiero asegurarme-le explicó.
-Bueno,
si así te sientes mejor...
-Muchas
gracias Cream-le sonrió Tails Doll.
-Por
cierto, esta noche es Halloween y vamos a salir a pedir caramelos.
¡Ven con nosotros, será una noche “de muerte”! -reía Cream.
-Eso
no lo dudo Cream...-murmuró Tails Doll mientras mostraba una sonrisa
terrorífica.
Al
llegar a la casa, antes de entrar, Cream cogió a Tails Doll en
brazos.
-¡Hola
chicos!-saludó alegre.
-¡Hola
Cream!-le devolvió el saludo Amy.
-Amy,
esta noche es Halloween. ¿Te apuntas?
-¡Claro!
Será divertido.
-¡Bien!
Por cierto Amy, ¿dónde está Blaze?-preguntó.
-Está
arriba, en su habitación. Ahora que lo pienso... ¿Y ese muñeco que
llevas en tus brazos?
-Oh...
Lo he echo yo, ¿te gusta?-se excusó Cream.
-Sí,
te ha quedado bien. Bueno, voy a mirar mi pastel, luego nos vemos.
Cream
asintió y subió escaleras arriba. Entró en la habitación de
Blaze.
-¿Blaze?-dijo
mientras abría un poco la puerta.
Blaze,
que estaba en el escritorio dando la espalda a la puerta, se giró al
escuchar la voz de Cream.
-Oh,
hola Cream.
Cream
se abalanzó sobre ella y la abrazó fuertemente.
-¿A
qué viene tanta alegría?-preguntó extrañada.
-¡Es
que hoy es Halloween! ¿Te vienes conmigo, con Cheese y con Amy?-le
dijo mientras le ponía ojitos de cachorrillo.
-Pues...
No sé...
-¡Por
favor!-insistió Cream.
-Vale
Cream, iré.-dijo Blaze mientras esbozaba una media sonrisa.
-¡Bien!
¡Ahora está asegurado, me lo pasaré genial!
-Ajá...
Por cierto, ¿y ese muñeco?
-Lo
hice yo. Es como Tails. ¿Me ha quedado bien?
-Sí...
Muy bien...-dijo Blaze mientras lo miraba.
-Blaze,
¿qué escribías antes en tu escritorio?-le preguntó mientras se
asomaba a dicho mueble.
-Es
una carta a mi familia.-le dijo.
-Tiene
un sello peculiar...-dijo Cream asombrada.
-Supongo
que mi planeta y la Tierra no son tan parecidos respecto a los
sellos-le explicó Blaze.- ¿Bajamos?
-No,
vayamos a la habitación de los chicos e invitémosles a ellos
también.
-Como
tú digas.
Fueron
a la habitación de al lado y Silver mirando a Knuckles y a Sonic,
que jugaban a las cartas.
-Hola
chicos.-saludó Blaze.
-Hola.-saludaron
Sonic y Knuckles sin apartar las miradas
de sus cartas.
-¿Qué
hay?-saludó también Silver.
Cream
se acercó a ellos rápidamente con Tails Doll en brazos. Cheese la
seguió lentamente, como aturdido.
-Veréis,
esta noche es Halloween... ¿Os apuntáis?
-Tengo
mejores cosas que hacer que pedir caramelos por la calle.-le explicó
Knuckles sin dirigirle la mirada.
-P-Pero...
-Lo
siento Cream, pero ya somos demasiado mayores como para hacer
Halloween.-dijo Sonic, al igual que Knuckles.
Cream
los miró entristecida y luego miró a Blaze. Ésta no se pudo
resistir a su mirada-de nuevo-, asintió y se dirigió a ellos.
-Escuchadme-dijo.
-Ahora
no Blaze, estamos en medio de una partida.-le dijo Knuckles mientras
robaba una carta del mazo.
Blaze
los miró seria, señaló las cartas de las manos de ambos jugadores
y al instante estas comenzaron a arder. Rápidamente las soltaron y
se quemaron dispersándose sus cenizas en el aire. Luego cogió el
mazo de cartas junto con la caja, cerró el puño y una llama salió
de la mano y se quemaron también. Quedaron boquiabiertos.
-Solo
lo diré una vez: ¿vais a acompañarnos a pedir caramelos?-dijo con
una mirada escalofriante.
Los
tres asintieron sin decir nada.
-Bien.-Blaze
se giró.- Cream, ya está. Irán.
-¡Genial!-se
alegró Cream.
Ambas
salieron de la habitación seguidas por Cheese, que seguía volando
de manera extraña...
-Debería
volver a mi cuarto a terminar la carta Cream, sigue invitando tú a
los demás ¿vale?-le propuso mientras se dirigía a la puerta del
cuarto.
-¡Claro
Blaze, muchas gracias!-dijo con una sonrisa.
Blaze
entró en la habitación y Cream bajó las escaleras.
-Seguro
que Tails estará en el taller...-se dijo así misma.
En
ese momento, Tails Doll se quitó de los brazos de Cream y se puso en
frente suya.
-Oye
Cream, será mejor que yo te espere fuera del taller...
-¿Y
eso por qué?-le preguntó.
-Bueno...
Es que admiro mucho a Tails, no sé si seré capaz de aguantar lo de
ser un muñeco delante suya, me pongo muy nervioso... ^^”-se
excusó.
-Si
tú lo dices...
-¡Genial!
Cheese y yo te esperaremos ¿vale?
-Vale...-dijo
sin comprender demasiado bien.
-¡Bien,
pues hasta luego Cream!-dijo mientras agarraba de la mano a Cheese y
se sentaba en el suelo, al lado de la puerta que daba al taller.
-Muy
bien, pues ahora vuelvo...
Cream
abrió la puerta, y como siempre, Tails estaba con el avión.
-Hola
Tails-le saludó mientras se acercaba.
-Hola
Cream, ¿qué haces aquí?
-Es
que hoy es Halloween y todos los demás se apuntan. ¿Te vienes?
-¡Por
supuesto que sí! ¡Seguro que nos lo pasaremos genial!-dijo Tails.
-¡Muchísimas
gracias Tails!
Cream
se dirigió a la puerta emocionada. Al abrirla se pudo ver una de las
colas de Tails Doll.
-¿Y
eso?-se preguntó el zorrito.
La
puerta se cerró y se pudieron escuchar la voz de Cream y la de un
niño con ella.
-Esa
voz me suena... ¿Y la cola...? Bah, imaginaciones mías, trabajo
demasiado.-se dijo así mismo. Acto seguido, siguió con el avión.
Con
Cream...
-¡Uy,
casi se me olvida!-dijo Cream.
-¿Qué
ocurre?-le preguntó Tails Doll.
-Tengo
que invitar también a Rouge, si no, no estaremos todos.
-Vale,
cuántos más mejor...-dijo Tails Doll con una sonrisa y una mirada
un tanto tétrica.
-¡Sí,
cuántos más mejor!-dijo Cream risueña.
Volvió
a cogerlo en brazos y fue a ver a Amy de nuevo.
-Amy,
¿llamas a Rouge y la invitas por mí?-le pidió.
-¡Claro
Cream! ¡Sin problemas!-dijo Amy mientras se alejaba del horno al ver
su pastel.
Amy
cogió el teléfono y llamó a Rouge. Minutos más tarde, colgó.
-Dice
que le parece bien.
-¡Será
fabuloso!-brincaba de alegría.
-Ajá,
seguro que será maravilloso.-opinó Amy.
-Sí,
yo también lo creo. Bueno, deberíamos irnos. ¡Nos vemos esta noche
Amy!-dijo mientras corría hacia la puerta con el peluche en brazos y
seguida por Cheese.
-¡Descuida!
Pasadas
las horas, Cream salió de su casa con Tails Doll y Cheese ya vestida
con su disfraz, de brujita.
-¿Cheese?
Hoy te noto bastante extraño... ¿Te pasa algo?
-Chew...
-Seguro
que intenta meterse en el papel de “muerto viviente”-rió Tails
Doll.
-¡Seguro
que es eso! ¡Pues vámonos “monster Cheese”-rió también Cream.
La
pequeña comenzó a caminar por el bosque, dejando atrás a Tails
Doll con Cheese.
-Eschúchame
-le susurró-, compórtate como un buen chao o nos descubrirá ¿vale?
No me obligues a usar mis poderes en tu contra.
-Chew...-obedeció
con la mirada perdida, pues parecía hipnotizado.
-Bien,
haz lo que te he diga y todo irá de perlas.
Tails
Doll agarró a Cheese de la mano y se lo llevó con Cream.
-¿Vamos
a ver a tus amigos ahora, Cream?-le preguntó.
-¡Ajá!
¡Y luego pediremos caramelos! ¡Será muy divertido!
-Más
de lo que crees...-murmuró con una sonrisa macabra en su rostro.
Llegaron
a la casa y Amy les abrió.
-¡Qué guapa vas, Cream!-le dijo
Amy.
-¡Gracias Amy! ¿Y tu disfraz?
-Es que he tenido unos pequeños
problemas con los chicos, ya sabes ¬¬”
-Entiendo -.-”
-Bueno, pasad.
Y pasaron.
-¿Vuelves a traer a tu muñeco?
-Sí... Bueno...
-Tranquila
Cream, ya se lo podemos contar-dijo Tails Doll mientras se fue
volando hacia Amy.- Mi nombre es Tails Doll, un placer conocerte Amy.
-E-El m-muñeco ha... O__O
-Es que no es un muñeco muy
normal... ^^”
-Los
dioses me concedieron la vida y ahora les estoy eternamente
agradecido. Os conozco, sois muy famosos por todo el mundo.
-G-Guay... ^^”
Tails Doll se alejó de ella y se
sentó en el hombro de Cream.
-Entonces
puedo celebrar Halloween con vosotros ¿verdad?
-A mí no me parece mal, ¿y a ti,
Amy?
-A mí tampoco, es un fan después
de todo.-dijo Amy con cierto aire de superioridad.
-Cream,
¿por qué no vas a ver a los demás mientras que yo me quedo aquí
con Cheese esperándoos hasta que terminéis de vestiros
todos?-sugirió.
-¿No te importa?
-¡Para
nada! ¡Tomáos el tiempo que necesitéis!
-¡Vale! ¡Muchas gracias Tails
Doll!
Las dos subieron y dejaron a solas
a Cheese y a Tails Doll.
-Bien...
Que comience el juego.
Y dicho esto, Tails Doll se elevó
en el aire, extendió los brazos y un aura maligna se extendió por
toda la casa. Esta se oscureció, tanto la pintura como sus muebles,
asemejándola con la noche y la oscuridad absoluta.
-Veamos
a nuestra amiga rosa... ¿no crees, Cheese?
Con Amy y Cream...
-¿Qué le ha pasado a la
casa?-preguntó la pequeña extrañada.
-¡Seguro que ha sido Sonic para
darle un toque tétrico!
-¡Lo más seguro!
-Es tan bueno...-dijo soñadora.
Cream rió.
-Bueno, voy al sótano, allí
están las cestas con forma de calabaza.
-Vale, yo buscaré a los demás-le
dijo sonriendo mientras se iba.-¡Hasta luego!
-¡Adiós!
Amy abrió la puerta y bajó las
escaleras del sótano. Sintió un viento frío a su espalda, se giró
pero no vio nada. Lo ignoró y llegó al sótano.
Se acercó a unas cajas.
-A ver si aquí... ¡Sí, aquí
están!
Se dio la vuelta y al avanzar por
las escaleras, escuchó un fuerte rugido.
-¿Qué ha sido eso...?-dijo un
poco asustada.
Se acercó a las escaleras para
salir de allí cuanto antes pero un peluche se puso en frente suya
parándole los pies.
-Hola
Amy.-dijo con una sonrisa.
-¡T-Tails Doll! ¡Vámonos, hay
algo aquí!-exclamó cada vez más asustada.
-Tranquila...
Solo es una amigo mío que quiere “jugar contigo”.-rió macabro.
Amy le miró y se quedó de
piedra. Aprovechando la confusión, Tails Doll la empujó y esta
calló al suelo. Acto seguido, se dirigió a la puerta y le dedicó
una sonrisa escalofriante acompañada de una mirada llena de odio.
-Adiós
Amy...-musitó.
-¡NO! ¡ESPÉRAME!
Tarde. Tails Doll cerró la
puerta. Se alejó de ella dejando a Amy con la bestia.
Segundos más tarde, se pudo
escuchar los gritos llenos de dolor de Amy y los rugidos del
monstruo.
Cream pudo escuchar el barullo y
fue rápidamente hacia el sótano. Por desgracia, Tails Doll había
encerrado a Amy bajo llave.
-¡¡AMY!!-gritó Cream mientras
intentaba abrir la puerta.
Los gritos se dejaron de escuchar.
Finalmente, la puerta se pudo abrir.
Cream bajó las escaleras
rápidamente y vio a Amy... Sin embargo, no como ella la desearía
ver...
-¡¿Qué
pasa?!-se apresuró Tails Doll al lado de Cream.
-A-Amy está...
Las mejillas de Cream se llenaron
de lágrimas y calló de rodillas al lado de Amy.
-Amy...-murmuró mientras miraba
su cuerpo sin vida.
-Con
lo joven que era...
-¡¿Tú sabías que había un
monstruo?! ¡Dímelo!-le exigió Cream mientras seguía llorando y le
zarandeaba agarrándole de los hombros.
-¡Tranquilízate
Cream! ¡Yo no tengo nada que ver! La vi e intenté ayudarla, pero me
dijo que la ignorase y que te protegiese a ti...
-¿T-Te dijo eso...?
-Sí
Cream. Y ahora vámonos, aquí ya no hay nada que hacer, deberíamos
avisar a los demás del monstruo.-le intentó tranquilizar.
Cream se secó las lágrimas.
-Tienes razón, ya no se puede
hacer nada...-dijo mientras subía las escaleras.
Tails Doll estaba dispuesto a
subir también, pero echó un último vistazo al cuerpo inerte y
luego dirigió su mirada a un lugar oscuro, oculto por varias cajas.
De entre las sombras salió un gran monstruo compuesto por ellas.
Tails Doll asintió mientras mostraba una sonrisa satisfactoria y el
monstruo hizo una reverencia y desapareció.
-Aún sigo sin entender cómo...
-Shh...
Cream, ahora Amy está en un lugar mejor... Deja de pensar en ello...
Ahora vayamos a llamar a los demás, ¿vale?-dijo con una pequeña
sonrisa tranquilizadora.
-Sí...
Después de decir eso, Cream
abrazó a Tails Doll.
-Gracias Tails Doll... Eres un
gran amigo...
Tails Doll se sorprendió un poco
y le contestó el abrazo.
-No
hay de qué Cream...-Tails Doll se separó de ella.- Ahora debemos
irnos.
Cream asintió.
Tails Doll le agarró de la mano y
se la llevó al comedor de nuevo.
-Bien,
yo iré a avisar a la tal Rouge, tú quédate aquí.
-V-Vale...
-Nos
vemos.
Y dicho esto, Tails Doll se fue
arriba en busca de Rouge. Cream se quedó sentada en el sofá
abrazada a un cojín asustada y pensando en Amy. Cheese se apolló en
el brazo del sofá y siguió mirando al vacío, sin decir nada.
Mientras tanto, Rouge se
encontraba en su respectiva habitación, bueno, más bien la de sus
joyas, pues las guardaba ahí.
Escuchó un ruido en la ventana y
se giró rápidamente, pero no vio nada.
Aunque en su mesa apareció algo:
una botella envuelta en papel de regalo.
-¿Y esto?-se preguntó mientras
se acercaba a ella.
La cogió y leyó la etiqueta:
“Para mi chica favorita. De tu admirador secreto”.
-Pero no dice que chica es...
¡Bah, seguro que soy yo! ¡Después de todo, sería normal que yo
tuviese un admirador!-rió con aire de superioridad.
Quitó el papel de regalo. Era una
botella de vino.
-Vaya, mi admirador tiene buen
gusto...-dijo con un tono pícaro.
La botella venía acompañada de
una copa, la abrió y se sirvió.
-A mi salud.-se dijo.
Tras beber el vino, Rouge se
relamió del gusto, pero luego sintió como su garganta comenzaba a
arder, y con ella el resto de su cuerpo. Se desplomó en el suelo y
por la ventana apareció Tails Doll.
-¿Q...Quién eres...?-dijo a
duras penas.
-“Tu
admirador”... Y no intentes resistirte, en la botella había
ricina. Basta un miligramo para matar una persona adulta...-dijo con
una sonrisa en su rostro mientras le miraba con superioridad.
-Entonces... Este es el fin...
-Exacto.-afirmó.
(ingorad el regalo)
La respiración de Rouge se hizo
cada vez más dura. Cerró sus ojos como si fuese a dormir y no
volvió a moverse.
-La
avaricia puede ser muy traicionera...-murmuró Tails Doll- Tenlo
presente en el otro mundo.
Tails Doll salió de la habitación
por la puerta y se dirigió a toda velocidad a Cream.
-¡C-Cream!-se
apresuró.
-¿Qué ocurre...?-dijo aún
abrazada al cojín.
-¡Es
Rouge! ¡Ella está...!
Sin terminar la frase, Cream ya se
hizo una idea de lo que ocurría y se levantó de un salto.
-¡Hay que avisar a Knuckles!-dijo
mientras se dirigía corriendo hacia la puerta delantera.
Tails Doll la acompañó hasta el
bosque.
-Antes Amy me dijo que Knuckles
estaba aquí. ¡Él podría ayudarnos, es muy fuerte!
-¡Bien,
separémonos!
Cream no estaba segura de querer
ir separada de él, pero antes de poder decir nada, Tails Doll ya se
había ido.
Knuckles estaba en medio del
bosque entrenando antes de ir a pedir caramelos.
Después de dar unos puñetazos a
un árbol, cogió su botella de agua y comenzó a beber. Justo
entonces, se le apareció Tails Doll.
-Hola
Knuckles...-le saludó mientras se acercaba lentamente a él.
-¿Eh? ¿Y tú quién eres?
-¿Yo?
Yo la última forma de vida que vas a ver.
-¿C-Cómo has dicho...?-dijo
Knuckles sin dar crédito.
-Al
igual que tus amigas Amy y Rouge, yo seré lo último que veas.
Knuckles por fin consiguió
reaccionar.
-¡¿QUE LES HAS ECHO?!
-Lo
mismo que te haré a ti.
En la mano de Tails Doll apareció
una pistola y apuntó a Knuckles con ella.
-Sayonara,
Knuckles.
En el bosque resonó los disparos.
Cream pudo oírlos y se corrió hacia el sitio del que provenían.
Al llegar, encontró a Knuckles
tirado en el suelo, sangrando y una pistola a su lado. Tails Doll
había desaparecido.
-¡K-Knuckles!-gritó
aterrorizada.
Fue corriendo hacia él, pero ya
era tarde, Knuckles estaba muerto.
-Knuckles... No...-musitó Cream
entre lágrimas.
Justo en ese momento, Tails Doll
apareció y se hizo el sorprendido.
-¿Qué
ha...?
-¡Está muerto! ¡Knuckles está
muerto!-chilló Cream llorando.
Tails Doll se acercó a ella.
-Será
mejor que nos vayamos Cream... Esto no es bueno para ti.
-¡P-Pero...!
Tails Doll le agarró de la mano y
se la llevó de nuevo a la casa.
-Escúchame
Cream, hay algo en la casa que no quiere que sigáis viviendo.
Escóndete en un lugar en el que estés a salvo con Cheese, yo me
encargaré de la situación.
Tails Doll subió escaleras arriba
y Cream se escondió dentro de un armario con Cheese, estaba
demasiado asustada.
Tails Doll entró en la habitación
de los chicos, dónde se encontraba Sonic durmiendo.
-Despierta...-le
susurró.
Sonic se despertó y le vio.
-¿Tails?-dijo medio adormilado.
-Casi...
Tails Doll a su servicio, Sonic el erizo.-dijo con una reverencia.
-¿Tails Doll?-repitió.
-Ajá.
Y me temo que le tengo que dar malas noticias.
-¿Qué tipo de malas
noticias?-dijo mientras se sentaba en la cama.
-Sus
amigos: Amy, Rouge y Knuckles están muertos, y usted es el
siguiente.
Sonic le miró alucinado, y se
levantó, pero en contra de su voluntad.
-¡¿Qué está pasando?!
-Que
ahora yo controlo tu cuerpo... Y si yo quiero que te suicides, te
suicidarás.
Sonic sacó del armario una soga y
cogió una silla. Acto seguido, se subió encima de la silla y colgó
la cuerda rodeándole el cuello.
Sonic no podía hablar, Tails Doll
no se lo permitió.
Segundos más tardes, Tails Doll
fingió un grito. Cream lo escuchó y subió rápidamente.
Al abrir la puerta, se encontró
el cuerpo de Sonic colgado y a Tails Doll en el suelo observándolo
asustado.
-¡Sonic! ¡¿P-Por qué?!
-¡Intenté detenerle, pero me
dijo que ya estaba harto de ser un héroe!
Cream lo observó una vez más,
agarró a Tails Doll de la mano y se lo llevó abajo mientras
lloraba.
-¡T-Tenemos que avisar a Tails!
-¡Me
había olvidado por completo de él! ¡Vuelvo en un segundo!
-¡Espera!-le intentó detener,
pero Tails Doll ya se había ido.
Tails estaba en el taller. El
peluche entró de un portazo y Tails le dijo:
-Volvemos a vernos, Tails Doll...
-Veo
que no me has olvidado.
-Es difícil olvidarse de un
demonio...
Tails se dio la vuelta.
Tails Doll había convertido su
mano en una gran garra sangrienta.
-Tus
amigos ya me han visto... Solo me quedas tú y otros dos que no
tardarán en caer...
Tails le miró sin dar crédito.
-¡¿Por qué lo haces?!
-¡Por
venganza! ¡Me encerraste en otra dimensión durante años y al fin
soy libre!
-¡Pero estabas perdiendo el
control! ¡QUERÍAS MATARNOS!
-Lo
sé... Y lo sigo queriendo, de veras que lo quiero... Sobre todo a ti
Tails, te estaba reservando para el final pero creo que dejaré al
ser más querido de Cream...
Tails tragó saliva.
-¿C-Cream...? ¿Estás utilizando
a Cream?
-Sigues
siendo un chico listo, ¡pero tu inteligencia no te salvará de tu
muerte!
La garra de Tails Doll perforó el
pecho de Tails, atravesando así su corazón.
-¿Ves?
Tu inteligencia no te salva de los peligros, no de todos...
Tails Doll abandonó el taller y
se volvió a reunir con Cream.
-Lo
he encontrado pero...
Cream le miró y de nuevo, las
lágrimas calleron.
-No
te preocupes Cream... ¡Ya sé! ¡Busquemos a Silver y a Blaze!
-Vale... Peron no nos separemos...
Por favor...-le suplicó mientras lloraba.
¿Qué hacer? Eso estropearía los
planes de Tails Doll, pero si se negaba le preguntaría, y no hay
ninguna respuesta que contestara eso, solo la verdad: matar a sus
amigos por venganza.
-Vale
Cream, vayamos juntos...
Y justo en ese momento, apareció
Silver por la puerta.
-¡Hola Cream! ¿Lista para la
fiesta?-le preguntó Silver sonriente.
Cream le miró llorando y se echó
a sus brazos.
-¡Silver!-dijo.
Silver se extrañó por la
reacción de la pequeña, la miró más de cerca y se dio cuenta de
que lloraba.
-¿Qué te pasa?-dijo mientras la
agarraba y le miraba a los ojos.- ¿Por qué lloras?
-Es que todos... Todos han...
No pudo terminar la frase, en su
mente no paraba de rondar las imágenes de sus amigos y sus cuerpos
cubiertos de sangre y sin vida... Lo único que pudo hacer fue
echarse a los brazos de Silver y seguir llorando.
Silver se quedó atónito y abrazó
a Cream.
-Tranquila Cream... ¿Quiénes
quedan?
-B-Blaze... Creo...
-Tenemos que buscarla cuánto
antes...
Silver se levantó y llevó a
Cream a caballito.
-Yo
iré a buscarla a su cuarto, tranquilos.-se ofreció Tails Doll.
-Bien, nosotros la buscaremos por
el resto de la casa.
Y así lo hicieron. Tails Doll fue
al cuarto de las chicas y Silver y Cream salieron fuera.
Blaze se encontraba en el
escritorio escribiendo otra carta.
Solo tenía una lamparita
encendida.
Sintió una corriente de aire frío
a su espalda, se giró pero no había nadie y la puerta estaba
abierta.
-Que extraño...
Se levantó para cerrarla y justo
detrás de ella, estaba Tails Doll sentado en el suelo con una
sonrisa macabra en el rostro.
-¿El muñeco de Cream?-se extrañó
al verlo sonriendo de aquella manera y dentro del cuarto.
-No...
Tu perdición.
Al oír eso, Blaze se sorprendió
un poco al principio, pero luego dio un salto hacia atrás y se puso
en posición de ataque.
-De
nada te servirán tus llamas contra mí...
Dio un chasquido y un líquido de
olor bastante fuerte empapó a Blaze: gasolina.
-Pero
a mí sí en la tuya.
Blaze no entendió a qué se
refería y sacó dos llamas gigantescas, dispuesta a lanzárselas.
Pero para su sorpresa, sus manos comenzaron a arder... Y con ellas su
cuerpo entero.
Los gritos de dolor de Blaze eran
inexpresables.
Tails Doll la observaba divertido
y salió de la habitación dejándola quemarse viva.
Al salir y cerrar la puerta, se
encontró a Silver y a Blaze en su cara.
-¡Hemos escuchado los gritos de
Blaze!-exclamó Silver.
Se siguieron escuchando hasta que,
segundos más tarde, pararon.
-¡BLAZE!-gritó asustado.
Apartó a Tails Doll y entró
dando un portazo. Para su mala suerte, Blaze se encontraba desplomada
en el suelo, y no se movía.
-B-Blaze... No me digas que...
Silver se agachó y la cogió
entre sus brazos pero eso no hizo que resucitase... Blaze estaba
muerta.
-P-Pero... No, tú no...
A Silver le cayeron unas lágrimas
y dirigió una mirada asesina a Tails Doll.
-¡¡TÚ!! ¡Tú la has matado!-le
acusó enfurecido.
-¡¿YO?!
-¡¿C-Cómo?!-exclamó Cream sin
dar crédito.
-¡Tú estabas en la habitación
con ella cuando murío!-gritó aún llorando.-¡No te lo perdonaré!
Silver dejó a Blaze en el suelo y
se levantó furioso.
-Me las pagarás maldito
demonio...
Tails Doll rió por lo bajo, y
luego soltó grandes carcajadas enfermizas.
-¡Sí!
¡Lo has adivinado! ¡Soy un demonio y he matado a TODOS vuestros
amigos!-siguió riendo.
Silver se enfureció más y más.
Hizo un campo de energía alrededor del muñeco endemoniado y fue
directo a pegarle un puñetazo, pero éste lo paró con una mano.
-Ni
tus poderes pueden contra mí...-dijo mientras le retorcía el puño.
-¡AAAAH!
La soltó y Silver se retorció de
dolor.
Tails Doll le dio la espalda y se
dirigió a Cream.
-Sí
Cream, yo era ese “monstruo”... Ahora es tu turno.
Una espada apareció de la nada,
apuntó a Cream y fue directa hacia ella.
La espada atravesó a alguien,
pero no a Cream... A quien atravesó fue a Silver.
-S-Silver...-murmuró mientras
veía como el estómago de su amigo era atravesado en sus narices.
-No la toques... ¿Oíste?...-dijo.
Silver cayó al suelo, estaba
desangrándose, su estómago había sido atravesado y no le quedaba
mucho tiempo.
-C-Cream...-murmuró.
Cream se acercó a él llorando.
-Silver... No te mueras por
favor...
-Cream... Huye... Lejos de aquí...
Silver cerró los ojos y esbozó
una media sonrisa. Esas fueron sus últimas palabras.
Tails Doll se acercó lentamente a
Cream.
-Ahora
te toca a ti...
Cream le miró horrorizada y salió
corriendo mientras lloraba. Corrió escaleras abajo sin mirar atrás,
pero alguien le paró los pies: Cheese.
-¡Cheese!
Tails Doll apareció por la
espalda del pequeño chao.
-Ni
lo intentes... Ahora él está bajo mi poder. Los chaos son seres
puros y yo soy un demonio muy poderoso. Al abrazarlo cuando nos
conocimos esta mañana, lo puse bajo mi control... Tu amistad con él
no te sirve de nada, solo me hace caso a mí y a nadie más...
-¡N-No es verdad! ¡Cheese es mi
mejor amigo!
-Chew...
De las manos de Cheese apareció
una guadaña enorme. Y cuando estaba dispuesto a atacar a Cream con
dicha arma... La pequeña despertó.
-¡¿EH?!
Obsevó a su alrededor y estaba en
su cama, en su habitación... En su casa.
-Solo ha sido una pesadilla...
Estoy viva... ¡Estamos vivos!
Cream bajó las escaleras
corriendo, llena de alegría.
Desde su habitación se podía
escuchar como se alegraba por volver a ver a su madre.
Entonces, le preguntó por su chao
Cheese, pero Vainilla le dijo que no tenía ni idea de dónde podía
estar.
De debajo de la cama se podía ver
un charco rojo... Sangre.
-Parece
que Cheese sí ha querido jugar conmigo... ¿Y tú? ¿Quieres jugar
conmigo?
FIN